- Anexo 7: SECUESTRO DE STANLEY SYLVESTER
23 de mayo de 1971
El 23/5 Stanley Sylvester, cónsul inglés en Rosario y gerente del frigorífico Swift, fue secuestrado por un comando del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). Durante una semana, la atención de la ciudad y el país estuvo concentrada en el episodio, potenciada por sus características extraordinarias y sobre todo por las demandas de los secuestradores, que exigieron como rescate la reincorporación de trabajadores despedidos del frigorífico y la entrega de alimentos, frazadas y útiles escolares en concepto de indemnización a los obreros de la carne.
«El secuestro se le ocurrió al «Tordo» Osvaldo De Benedetti, que era de Santa Fe pero militaba en Rosario […] Se decidió medio de golpe. El maestro Jorge Molina al que le faltaban dos materias para terminar arquitectura y el Tordo lo estaban chequeando, vieron que iban a comprar pan, lo agarraron, lo apretaron y se lo llevaron. Tenían la casa para guardarlo, le habían hecho un pozo en el fondo, en la tierra« (Jorge Luis Marco en Larraquy, M. (2017) Primavera Sangrienta. Buenos Aires: Sudamericana).
El PRT impuso sus condiciones: 25 mil dolares a la organización y 25 millones de pesos en alimentos, útiles y frazadas. El 29 de mayo 3600 personas se acercaron al frigorífico para recibir las provisiones.
Ver PDF: Estrella Roja Nº 5, agosto de 1971, p.6-7
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Anexo 8: ATENTADO AL GENERAL JUAN CARLOS SANCHEZ: OPERACIÓN SONIA SEGUNDA
10 de abril de 1972
El “operativo Sonia Segunda” se comenzó a gestar unos meses antes y en un principio tenía como finalidad el secuestro de Sánchez para comprometer al PEN en un canje de detenidos.
Las organizaciones armadas PRT-ERP y FAR tenían planificado el operativo por separado, pero se encontraron haciendo inteligencia sobre el domicilio de Sánchez y decidieron realizar el operativo en conjunto.
Se hace “inteligencia” de los pasos diarios de Sánchez durante 25 días aproximadamente y los resultados de la misma se exponían en las reuniones que se realizaban en calle Crespo 680 de Rosario.
El equipo de ataque estaba conformado por un automóvil Peugeot blanco con dos integrantes de las FAR, estacionado a mitad de cuadra sobre calle Rioja entre Oroño y Alvear con el siguiente armamento: un fusil FAL y una escopeta de repetición; una camioneta Chevrolet azul estacionada en las calles Rioja y Alvear, con dos integrantes del ERP, encargados de interceptar el paso del vehículo por calle Alvear. Armamento: pistola ametralladora PAM y pistola calibre 11,25; una persona a pie de las FAR, al principio de la calle Alvear entre Rioja y Córdoba encargada de tirar desde un costado.
Equipo de reserva: auto Peugeot 504 plateado, estacionado en calle Rioja entre Alvear y Santiago, conductor integrante de las FAR. Equipo de sostén: auto Peugeot 504 celeste, en pasaje De Marchi (Urquiza al 2500). Posta sanitaria con dos integrante de las FAR encargado de rescatar heridos y trasladarlos al “hospital de campaña”; auto Citroen, estacionado en Francia entre Urquiza y Tucumán, con un integrante de la FAR, José Ramón Reinaldo Briggiler (NG) “Ramiro” encargado de recibir el armamento utilizado en la operación.
Desarrollo del atentado: Gabriela Yofre (NG) “Mecha” de las FAR que estaba apostada en Oroño y Rioja da tardíamente el aviso de salida del vehículo del garaje del domicilio del general Sánchez; la camioneta Chevrolet azul pretende cortarle el paso, lográndolo parcialmente, pero le hace disminuir la velocidad, aprovechando el conductor de la camioneta para bajarse de la misma y abrir fuego sobre el auto desde la parte delantera, batiendo el auto de Sánchez por la parte posterior. El Peugeot blanco al ver que falla en su intento, se interna unos metros por la calle Alvear y el acompañante, sacando medio cuerpo por el techo corredizo abre fuego con el FAL, y bate al auto por la parte posterior. A la persona a pie se le traba la escopeta a repetición y corre para subir al Peugeot 504 plateado de reserva.
Sánchez es alcanzado por proyectiles de FAL y PAM ocasionándole la muerte instantánea. También es herido el conductor del vehículo del comandante de cuerpo, suboficial Berneche con disparos de fusil FAL, y Dora Elcira Cucco de Araya, que atendía un quiosco de diarios y revistas en la esquina de Alvear y Córdoba, recibe disparos de FAL en la cabeza que le provocan la muerte. El coche del general, ya sin control, se desplaza lentamente por calle Alvear hasta detenerse contra la pared del restaurante “Nuevo América”, cruzando calle Córdoba. El Torino blanco y el Fiat 1500 verde inician la marcha para efectuar la comprobación del éxito del atentado y se dan a la fuga.
«Sánchez era un reloj a las 9 de la mañana salía, vivía en Bv. Oroño y Rioja […] nosotros (PRT) queríamos secuestrarlo, pero las FAR decidieron su ejecución. ¿por qué no lo secuestramos? Porque el «Tordo» De Benedetti me había hablado a mí a la casa donde estábamos construyendo la cárcel. Una cagada… entonces resolvimos la ejecución directa. Y ahí estaba Mateo (Julio Roque de las FAR) que armo un poco la cosa» (Jorge Luis Marco militante PRT en Larraquy, M. (2017) Primavera Sangrienta. Buenos Aires: Sudamericana).
- Anexo 9: SECUESTRO Y DESAPARICION DE ANGEL BRANDAZA, «Tacuarita».
28 de noviembre de 1972
Mediodía del 28 de noviembre de 1972. Tres meses después de la masacre de Trelew, nueve días posteriores al primer regreso de Perón, eran los últimos meses del gobierno de Lanusse que enfrentaba una crisis económica- política en aumento. Tacuarita fue secuestrado por un comando del SAR mientras esperaba el colectivo en la esquina rosarina de Saavedra y San Nicolás. Salía de atender un cliente del estudio contable, la fundición Monterrey S.R.L, y se dirigía al departamento de pasillo que compartía con su hermano y con Abel Boullosa (estudiante de medicina) en Pueyrredón 1213.
Luego fue llevado, según testimonios, a un campo de la localidad de Casilda donde fue torturado. De regreso a Rosario logró abrir el baúl del Chevrolet 400 celeste en el cual lo trasladaban y cuando el auto se detuvo en el semáforo de Bv. Oroño y Córdoba escapó gritando su nombre, siendo atrapado rápidamente por quienes viajaban en un Falcón detrás del anterior.
Este episodio ocurrió a las 15 del mismo día y fue presenciado por el playero de la estación de servicio Shell y por varios empleados de Gas del Estado y relatado en un pequeño recuadro el diario La Capital del día posterior con él titulo: «episodio poco claro». Cerraba diciendo: «en esferas policiales, tanto provincial como federal se manifestó desconocer el episodio».
Una hora mas tarde cinco funcionarios militares y policiales, sin ninguna orden judicial allanaron el domicilio en el cual vivía Tacuarita, deteniendo a su hermano Rubén y a su novia María Cristina Medina, a su amigo Abel Boullosa y a su madre Lorenza de Brandazza, que se hallaba de visita en el lugar. En dicho allanamiento se apropiaron de una suma de dinero que se hallaba dentro de una Biblia y de otras pertenencias, además, de supuestas evidencias subversivas.
Ver PDF: Estrella Roja Nº 23, de agosto 1973, p.7-10
Estrella Roja Nº 17, febrero de 1973, p.12
El Descamisado Nº 30, diciembre de 1973, pp. 18-22
- Anexo 9.1: ELECCIONES NACIONALES
El 11 de marzo de 1973 se realizaron elecciones en todo el país con un nuevo sistema electoral que incluía el balotaje.
La dictadura había realizado en 1972 una «reforma constitucional» imponiendo que el presidente debía ser elegido por la mayoría absoluta de votos, y sancionó una legislación electoral estableciendo que en caso de no alcanzar ese porcentaje en la elección, debía realizarse una segunda vuelta o balotaje entre los candidatos que hubieran sumado más del 15%.
El Partido Justicialista, con Héctor J. Campora de candidato, concurrió apoyado por una aplia coalición conocida como Frente Justicialista de Liberación (FREJULI) y recibió el 49,56 % de los votos. Ricardo Balbín de la UCR obtuvo el 21,29%, Francisco Manrique por la Alianza Popular Federalista resultó tercero con el 14,90%. Si bien Cámpora no llegó al 50 porciento de los votos, Balbín, que resultara segundo, renunció a presentarse en el balotaje ya que la diferencia era ínfima.
La estrategia de la dictadura de presentar muchas listas antiperonistas confiando que si el peronismo no sacaba más del 40 por ciento podría ser vencido en la segunda vuelta, había fracasado.
Fórmula |
Partido o alianza |
1ª vuelta |
2ª vuelta |
||||
Presidente |
Vicepresidente |
Votos |
% |
Votos |
% |
||
Héctor José Cámpora |
Vicente Solano Lima |
|
Frente Justicialista de Liberación |
5.908.414 |
49,56 |
Ganador |
|
Ricardo Balbín |
Eduardo Gamond |
|
Unión Cívica Radical |
2.537.605 |
21,29 |
Abandonó |
|
Francisco Manrique |
Rafael Martínez Raymonda |
|
Alianza Popular Federalista |
1.775.867 |
14,90 |
|
|
Oscar Alende |
Horacio Sueldo |
|
Alianza Popular Revolucionaria |
885.201 |
7,43 |
||
Ezequiel Martínez |
Leopoldo Bravo |
|
Alianza Republicana Federal |
347.215 |
2,91 |
||
Julio Chamizo |
Raúl Ondarts |
|
Nueva Fuerza |
234.188 |
1,96 |
||
Américo Ghioldi |
René Balestra |
|
Partido Socialista Democrático |
109.068 |
0,92 |
||
Juan Carlos Coral |
Nora Ciapponi |
|
Partido Socialista de los Trabajadores |
73.796 |
0,62 |
||
Jorge Abelardo Ramos |
José Silvetti |
|
Frente de Izquierda Popular |
48.571 |
0,41 |
Votos positivos |
11.919.925 |
97,30 |
Votos en blanco |
279.859 |
2,29 |
Votos anulados |
50.905 |
0,42 |
Participación |
12.250.689 |
85,86 |
Abstenciones |
2.006.102 |
14,07 |
Electores registrados |
14.256.791 |
100 |
Las elecciones en Santa Fe
Apenas terminado el proceso de constitución de listas en el peronismo, un extenso volante de la JP, bajo el encabezado “Cumpliremos y haremos cumplir. Al pueblo santafesino”, identificaba a los candidatos Campos y Bonino como “traidores” al FREJULI y a Perón.
No obstante, reprochaba al FREJULI no haber cumplido la directiva de Perón según la cual el 25% de los cargos debían ser para candidatos de la juventud. En un tono de advertencia expresaba:
“Decimos claramente: nuestros candidatos a nivel provincial son los del Frente, Sylvestre Begnis y Cuello, ya que somos respetuosos de la verticalidad y al Gral. Perón, pero teniendo en claro que si se vuelve a incurrir en traiciones no escatimaremos esfuerzos en denunciarlos, haciendo que se cumplan fielmente las directivas de nuestro Líder y Conductor y de las bases del Movimiento”.
La JP obtuvo dos candidaturas a diputados provinciales –que recayeron en Domingo Pochettino y Juan Luis Lucero, la Secretaría de Cultura y Acción Social de la municipalidad de Santa Fe –donde fueron designados Héctor Pizarro y Gustavo Pon como secretario y subsecretario, respectivamente- y jefaturas y secretarías técnicas en algunos ministerios del gobierno provincial.
Las elecciones generales de la provincia de Santa Fe de 1973 tuvieron lugar entre marzo y abril del mencionado año. Se debía elegir al gobernador para el período 1973-1977 y a los miembros de ambas Cámaras de la Legislatura Provincial. Para la elección de gobernador se utilizaría por primera vez el sistema de balotaje, que preveía una segunda vuelta electoral entre los dos candidatos más votados si ninguno alcanzaba más del 50% de los votos en primera vuelta.
El peronismo configuró el Frente Justicialista de Liberación, una coalición electoral con otros partidos de extracción conservadora o radical, a la que meses más tarde se uniría el izquierdista Frente de Izquierda Popular (FIP). A diferencia de las demás provincias, en Santa Fe, el FREJULI en lugar de un candidato del PJ presentó a Carlos Sylvestre Begnis, del desarrollista Movimiento de Integración y Desarrollo (MID) como candidato a gobernador con el sindicalista Eduardo Cuello como compañero de fórmula. La Unión Cívica Radical (UCR) presentó a Eugenio Malaponte (ver Protagonistas pág. 30), en tanto que la Alianza Popular Federalista (APF) presentó a Alberto Natale (ver Protagonistas pág. 32), del Partido Demócrata Progresista (PDP), como candidato a gobernador, con Mario Verdú como compañero de fórmula. La presentación de un candidato a gobernador no peronista causó una profunda fricción en el seno del justicialismo santafesino, lo que finalmente provocó que Antonio Campos se presentara como candidato en nombre del «auténtico peronismo», con Alberto Bonino como candidato a vicegobernador. Durante la campaña, el candidato presidencial del FREJULI, Héctor José Cámpora, acusó a Campos y Bonino de querer dividir al FREJULI y declaró expresamente que los peronistas debían votar por Begnis.
«En Santa Fe hay una sola fórmula peronista, la integrada por el Dr. Carlos Sylvestre Begnis y Eduardo Cuello, por la que deben votar todos los santafesinos leales al peronismo y a Perón» (Cámpora).
Antes de dirigirse a Canal 13 a sostener una entrevista, Cámpora abrazó a Sylvestre Begnis y le manifestó que:
“quería estar presenta aquí, en Santa Fe, con la fórmula que sostenemos en Santa Fe y que usted encabeza”.
Una de las frases más contundentes pronunciadas en Santa Fe por Cámpora está reflejada en el título de la crónica de El Litoral. Se le preguntó sobre maniobras que intentaran interrumpir el proceso electoral. Cámpora respondió:
“Si hay urnas seremos todos compañeros, y si no las hay seremos montoneros”.
La división, sin embargo, tuvo consecuencias en el resultado electoral. En la primera vuelta de las elecciones, realizada el 11 de marzo, Begnis fue el candidato más votado con el 42.30% de los votos contra el 26.48% de Natale y el 14.16% de Malaponte. Campos quedó en cuarto lugar con el 13.30%. Se programó entonces una segunda vuelta o balotaje entre Begnis y Natale para el 15 de abril. Begnis obtuvo una aplastante victoria con el 63.42% de los votos contra el 36.58% de Natale, accediendo a la gobernación.
Domingo 11 de marzo de 1973 (1ª vuelta) |
Domingo 15 de abril de 1973 (2ª vuelta) |
Hab. Inscritos: 1,408,790 |
|
Votantes 1.ª vuelta: 1,269,977 |
Votantes 2.ª vuelta: 1,209,214 |
Participación: 89.08 % 0.6 % |
Participación: 84.24 % 4.8 % |
Votos válidos: 1,234,573 (97,21%) |
Votos válidos: 1,186,776 (98,15%) |
Votos en blanco: 31,894 (2,51%) |
Votos en blanco: 18,665 (1,54%) |
Votos nulos: 3,510 (0,28%) |
Votos nulos: 3,773 (0,31%) |
Anexo 9.2: Asesinato de Constantino Razzetti
El sábado 13 de octubre las Unidades Básicas “Alberdi” y “Coronel Cogorno” organizaron la cena del triunfo de la tercera elección del General Perón. El acto se realizó en el club Sarratea, en Anchoris y Araoz del barrio Casiano Casas. Asistieron unas 150 personas, entre ellas Constantino Razzetti, su esposa Nélida Giltrón y uno de sus hijos.
Durante la cena Razzetti pronunció un encendido discurso haciendo alusión al regreso de Perón, su triunfo en las urnas y su asunción. Se refirió a los hechos de violencia que asolaban al país y habló de la resistencia, de Rosas y de las luchas populares, reivindicando a los Montoneros y las FAR.
Al finalizar el acto y retornar a su domicilio, estacionó sobre la vereda sin percatarse que a pocos metros dos hombres armados seguían sus movimientos con atención.
Cuando el profesional y su esposa cruzaban la calle, los sujetos se les acercaron y apuntándoles directamente les dispararon, uno de ellos con una ametralladora, hiriendo de muerte al jefe de familia.
Razzetti se desangraba en el pavimento, con su mujer y su hijo llorando a su lado, cuando una ambulancia se hizo presente para conducirlo al Hospital Central Municipal, donde expiró a poco de llegar, mientras era trasladado en camilla por los pasillos.
La policía halló vainas calibre 9 mm en el lugar del atentado así como varios impactos en la vereda, árboles y mampostería.
Historia de un asesinato que nadie quiso investigar
Scarazzini aseguró que Razzetti pronunció el discurso más aplaudido de la noche. Sin embargo, cerca de la cabecera de la mesa, un grupo de comensales permaneció de brazos cruzados. Tal vez les cayó mal la alusión del orador a «los traidores y burócratas sindicales» pero no manifestaron ninguna opinión.
Minutos antes de la 1 del domingo, los comensales comenzaron a retirarse. Los Razzetti volvieron con dos invitados: Anita Fared y su esposo, Amado Mansilla. Hay dos versiones sobre cómo se gestó ese viaje.
Nélida Gitrón y Luis Fernando Razzetti dijeron que Fared les pidió que la acercaran con su esposo hasta el centro. Ante la respuesta afirmativa de Constantino Razzetti, «volvieron hacia el interior del local, motivo por el cual se los tuvo que esperar por un lapso de diez minutos». La familia de la víctima cree que esa demora fue intencional y tuvo alguna relación con lo que ocurriría después, aunque esa sospecha no fue comprobada.
Amado Mansilla dijo en cambio que «Razzetti estaba en la puerta del club, ya dentro de su automóvil, y me preguntó en qué me iría (…) diciéndome que en su coche había lugar para dos más». Fared repitió este relato.
Lo cierto es que los Razzetti llevaron a los Mansilla hasta San Lorenzo y Corrientes, y luego siguieron hasta su casa de San Lorenzo 2674.
Razzetti estacionó del lado de los números impares. Luis bajó con la llave de la casa y Nélida Gitrón fue a abrir el garaje. En ese momento, según declaró más tarde, escuchó «voces que hablaban con su marido». Eran «voces fuertes, enérgicas», agregó, en un diálogo crispado: “¿Qué hacés aquí?” —preguntó Constantino Razzetti.
Había reconocido a alguien, pero la respuesta fue un balazo por la espalda. «Al darme vuelta para ver quiénes eran los que se encontraban hablando con mi marido sentí disparos de armas de fuego y vi a mi marido caído en el pavimento, con la cabeza debajo del auto. Todavía le seguían disparando», dijo Gitrón.
El criminal se volvió hacia Nélida Gitrón y le hizo varios disparos, «que no lograron herirme por haberme tirado de inmediato al suelo». Luego cruzó la calle y corrió hacia Callao, «uniéndose a esta fuga otro sujeto que apareció en la escena».
La investigación del juez Iturraspe insumió apenas 138 folios. «Es una causa extremadamente deficiente.
Aunque la causa iba a ser investigada, no se logró nada», agrega el hijo del dirigente asesinado.
En agosto de 1973, Razzetti detectó maniobras dolosas en el sector de créditos pignoraticios del Banco, que controlaba el dinero obtenido por las prendas del banco de empeños de la entidad. Y el 11 de octubre, tres días antes de su muerte, se habría opuesto a un pedido de descubierto del Departamento Ejecutivo Municipal.
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Fuente: Osvaldo Aguirre / La Capital
El PRT-ERP da su versión
En su revista Estrella Roja Nº 27, el Ejército Revolucionario del Pueblo anunció la detención de Pedro Saucedo, al que califica de “matón a sueldo de la burocracia”. En su comunicado Nº 3 plantea que en el Sindicato de la Industria de la Carne “se planifica y coordina con absoluta libertad la acción de estos grupos, reuniones a la que no solo asisten Cabrera y sus matones sino también estudiantes universitarios enrolados en grupos de ultraderecha, FEN y CNU, ciertos miembros de la policía provincial en conexión con miembros del Ejército Contrarrevolucionario, el ministerio de Bienestar Social y la Policía Federal.
Luego, en el comunicado Nº 4 revelan que los asesinos de Razzetti eran miembros de ese grupo: Garcilazo, delegado de Etiquetada; Aguilera, alias “El Zorro”; José Echeverría, alias “Piquito de otro sindicado, como autor de los disparos.
El 29 de noviembre de 1973, el juez Iturraspe pidió a la comisaría 25ª que ubicara el paradero de los acusados por el ERP. La policía cumplió con el pedido e informó sobre sus domicilios. Pero Iturraspe nunca los citó a declarar.
Las actuaciones fueron archivadas por orden del 3 de septiembre de 1975. La causa debía proseguir respecto a Frutos y Minicucci «según su estado»: una frase hueca, ya que el 5 de mayo de 1981 se ordenó el cese de «toda orden de captura o pedido de colaboración».
Altas personalidades acudieron a su velatorio, políticos, docentes, sindicalistas y estudiantes.
La seguridad del velatorio estuvo a cargo de la JP (Regional II) cuyos miembros, luciendo brazaletes negros, cortaron el tránsito sobre San Lorenzo desde Callao hasta Rodríguez, y efectuaron controles como si de una fuerza policial se tratasen. Las coronas de flores fueron rigurosamente inspeccionadas y las personas palpadas de armas antes de ingresar al edificio.
Una bandera argentina cubría parte del féretro y otra con la leyenda “Montoneros”, pendía a un costado. La calle fue atravesada por un gran cartel con la leyenda “Evita está presente en el pueblo combatiente” y la gente en la calle, especulaba sobre los autores del atentado.
Anexo 9.3: Combate de barrio La Guardia
23 DE NOVIEMBRE DE 1973
En la ciudad de Rosario, en el contexto de una incipiente democracia, se produce un enfrentamiento entre efectivos policiales y miembros del Ejército Revolucionario del Pueblo, con el saldo de dos muertos de esta organización y varios heridos de la policía. El hecho fue denunciado por el ERP como un fusilamiento, después de que los militantes Silva y Tetamantti se entregaran con vida. A continuación presentamos los documentos de la época.
Fuente: “Guerra antisubversiva en la Argentina”
“… a las 05:30 el patrullero 557 del Comando Radioeléctrico se topó con los extremistas, generándose un violento tiroteo. En la intersección de las avenidas Uriburu y San Martín, el agente que iba al volante intentó cortarles el paso, pero la nutrida descarga que recibió lo obligó a frenar bruscamente.
Los policías descendieron del rodado y parapetándose detrás respondieron el ataque. Justo en ese momento apareció otro patrullero (interno Nº 593), seguido inmediatamente después por otras dos unidades pertenecientes a la comisaría 15.
Durante el fuego cruzado, uno de los Peugeot se desplazó lentamente hacia la esquina de San Martín y Uriburu, y allí se detuvo acribillado por las balas. Sus ocupantes se bajaron presurosamente y escaparon por San Martín, en dirección a la calle Moussy, donde se apoderaron de un Citröen Ami 8 en el que circulaba Carlos Novillo, su propietario.
El Citröen conducido por una mujer herida frenó bruscamente en medio de la calle y sus ocupantes se dieron a la fuga, parte de ellos cubrieron la acción y el resto cargó al herido más grave.
En el intercambio de disparos cayeron abatidos Tettamanti y Silva, resultando lesionados el agente Ángel Carreras, al recibir un impacto a la altura de la cadera y el cabo Carlos Ramos, alcanzado en la espalda.
La mujer que conducía el Citröen robado resultó ser Nelly E. Natariaga, de 29 años, domiciliada en Salta 2985, que al momento de ser apresada presentaba un disparo en el codo derecho”.
Comunicado del ERP
En la mañana del día 23 de noviembre, mientras desarrollaba una campaña de difusión, el comando Alter-Arteche del Ejército Revolucionario del Pueblo entró en combate con efectivos de las fuerzas represivas de la Policía Federal.
A las 5.25 nuestro comando se desplazaba en dos automóviles marca Peugeot expropiados del garaje de calle Mendoza 2430 cuando se enfrentó al móvil 537 del Comando Radioeléctrico, al que después de un breve tiroteo dejó fuera de combate en Uriburu y Paraguay […].
En Uriburu y Entre Ríos se produce un nuevo enfrentamiento, esta vez con el móvil 593 que se encontraba emboscado. Luego de un recio tiroteo y bajo una lluvia de balas, nuestro comando logra llegar a San Martin y Uriburu, con los automóviles completamente destrozados, por lo que deben abandonarlos y continuar la retirada a pie […].
El compañero Tetamantti no logra escapar del cerco y cae prisionero sin que hubiera nuevos tiroteos. Más tarde aparece muerto con varias heridas en el cuerpo y un balazo en la frente.
[…] El grupo que tenía la misión de auxiliar al herido de mayor consideración, o sea al compañero Ricardo Silva, toma una casa de Pasaje Florencia al 4700, reduciendo a sus moradores. Allí es atendido por un médico quien diagnostica que el estado es delicado y que requiere ser atendido en un hospital antes de una hora.
El compañero Ricardo Silva al momento de ser dejado por sus compañeros solo presentaba heridas en el hombro, mas tarde el cadáver aparece con múltiples heridas en el cuerpo y con uno o dos balazos en el pecho, uno de ellos disparado a quemarropa.
- Anexo 10: Muerte de Teodoro Ponce
21 de febrero de 1975
«En la ciudad de Rosario fue muerto un dirigente gremial: Teodoro Ponce, secretario general de la UOM, seccional Rosario, fue ultimado ayer a las 8,40 por cuatro desconocidos que viajaban en un automóvil Fiat 125 de color claro […] en Gorriti y Alberdi una ráfaga de metralleta hirió a Ponce en una pierna. Quiso refugiarse en un mercado cercano pero allí fue acribillado, pereciendo en el acto. El cuerpo presenta 12 disparos […] resultaron heridas las señoras Guillermina Villamor de 59 años y Aniceta Vázquez de 77, que pasaban por el lugar.» (La Capital).
«En el día de la fecha, siendo las 8.30 horas, en calle Gorritti casi Alberdi de esta ciudad, el Pelotón Montonero de combate «EVITA MONTONERA», procedió a la ejecución del traidor TEODORO PONCE, Secretario adjunto de la Seccional Rosario de la UOM.
De esta manera los montoneros continuamos hasta las últimas consecuencias el combate frontal contra los infiltrados del imperialismo dentro del Movimiento Peronista.
A este traidor y a su ejercito de matones les decimos que a quien nos combata con la política le contestaremos con medidas políticas, a quien nos combata con la violencia le contestaremos con la violencia. Apoyo a los leales amasijo a los traidores de la clase trabajadora» (Comunicado de Montoneros).
Ponce salió a las 8.40 y caminó rumbo a la Avenida Alberdi hacia una estación de servicios donde tenía estacionado el auto. Sin embargo, algo advirtió al llegar a la bocacalle. El conoció a uno de los que le tiraron. Un testigo dijo que lo escuchó decir: «Negro, ¿vos?», asegura Nieves (esposa de Ponce).
El gremialista intentó huir pero fue acribillado a balazos. Sus ejecutores esgrimieron ametralladoras nueve milímetros. Los testigos hablaron de dos vehículos: un Fiat 125 blanco y una pick up, y apuntaron al menos a cuatro hombres armados entre los atacantes.
«Una señora me paró y me dijo: «¿Viste lo que le pasó a tu vecino». Yo regresaba de hacer las compras y no entendía nada. Hasta que supe que no era un vecino. Habían matado a mi marido» (Testimonio de su esposa).
Ver PDF: Ponce
- Anexo 11: En Rosario Montoneros ejecuta al Comisario Telemaco Ojeda.
23 de marzo de 1975
Se desempeñaba como jefe de la Unidad Regional 6 de Villa Constitución, donde se desarrollaba un importante conflicto gremial.
En horas del mediodía del 23 de marzo de 1975, el comisario inspector OJEDA, acompañado por su hija mayor, una joven de 16 años, salía del garage donde guardaba su automóvil, ubicado a dos cuadras de su domicilio. Al trasponer la salida, dos hombres y una mujer, que se encontraban agazapados, se acercaron al vehículo siendo alcanzado por tres disparos que impactaron en la cabeza, tórax y estómago, falleciendo en forma instantánea.
«Los pelotones de combate Ferrarons-Porporato-Codemo y Evita ejecutaron al Comisario inspector Telemaco Ojeda Sub-Jefe de la Unidad Regional VI de Villa Constitución por encabezar la represión ilegal contra los trabajadores de esa zona y que pagó con su vida los crímenes y atropellos en perjuicio de los sectores humildes. La última acción de su foja de servicios fue comandar la represión en el cordón industrial del rió Paraná producto de lo cual hay mas de 200 detenidos» (Revista Evita Montonera, Abril de 1975).
- Anexo 12: «EL VILLAZO» (Por Ernesto Jorge Rodríguez).
Marzo de 1974
Para los trabajadores de Villa Constitución y, en particular, para los de Acindar, la huelga de 1970 quedó registrada en su imaginario social como una derrota de los metalúrgicos. Los obreros percibieron la solución del conflicto como una traición de sus dirigentes. Esta sistematización de la experiencia se debe a que mientras los obreros llevaron adelante una heroica e inquebrantable huelga por la reincorporación de los delegados cesantes, éstos negociaron su renuncia a espaldas de los trabajadores, percibiendo a cambio una indemnización muy superior a la que les correspondía. Por esto, los obreros sintieron que ellos realizaban los esfuerzos, corrían los riesgos de despido, veían disminuir sus salarios y sus dirigentes se enriquecían usufructuando con sus sacrificios. […] Por esto último Victorio Paulón caracterizó a esta huelga contra la empresa y la burocracia como “uno de los tradicionales conflictos que generaba Acindar para limpiar comisiones internas y delegados combativos, faltadores, enfermos, etc.”.
[…] Los hechos que se conocen bajo el nombre del “Villazo” se extendieron desde el 7 hasta el 16 de marzo de 1974. Así narra Alberto Piccinini el inicio del conflícto: “El 7 de marzo, los interventores, acompañados por los obreros de apellido Ranure y Carreras, visitaron la fábrica con el objeto de desprestigiar a la Comisión Interna. Sección por sección iban diciéndoles a los obreros: “Muchachos, hay que sacar la CI porque es comunista y hay que poner una CI peronista”. Cuando tomamos conocimiento de esos hechos, reunimos a todos los delegados que estaban en el turno y esperamos a los interventores al lado del Chapero porque los tipos habían dejado el auto cerca de la oficina de Personal. Cuando llegaron, comenzamos a increparlos, les pegamos una apretada regular, alguno los empujó, otro les gritó, otro los putió. Al final terminaron prometiendo que llamaban a elecciones, que todo, que iban a comprar una ambulancia, todo. Los tipos se quedaron con la sangre en el ojo y al otro día nos mandan un telegrama de expulsión del gremio a toda la CI y a los delegados que habían estado presentes. Entonces, más o menos una hora antes de las 14, nos llama Aznarez a la oficina de Personal y nos dice: “Señores, he recibido comunicación de la UOM que a partir de este momento ustedes dejan de ser CI”. Para nosotros fue un golpe muy grande porque en esa etapa peronista la burocracia tenía un gran poderío. Entonces intentamos acordar algo, negociar con la empresa. Yo me acuerdo que le dije a Aznarez: “Mire señor que se pueden suscitar problemas graves y la empresa va a estar metida en el medio”. La fábrica se negó a continuar reconociéndonos como CI. Nos intentaron liquidar. Entonces nosotros, como se acercaba el turno de las 14, dijimos: “muchachos, acá no hay vuelta de hoja o peleamos con la gente o nos vamos”. Entonces salimos, éramos 3 o 4 de la CI, empezamos a parar a los delegados y les ordenamos que hicieran un piquete, que prohibieran la salida de todos los obreros. No era una tarea tan fácil, implicaba mucha responsabilidad, mucho miedo. Si bien la gente nos apoyaba, teníamos consenso, estaba fresco lo del conflicto del 70, donde había quedado una imagen de la dirigencia sindical no muy buena. Pero también sabíamos que si nosotros no peleamos nos echaban. Esperamos que vivieran la gente de Indape e hicimos una asamblea con los obreros del turno mañana y tarde en donde describimos todo lo que pasó y además les explicamos que la gente de Buenos Aires en definitiva vive llevándose los aportes nuestros, que no tenemos obra social, que esto pasa porque no tenemos CD, nos mandan interventores, se llevan la plata, no nos defienden , todo un discurso con bastante consenso en la gente. Entonces les dijimos: “compañeros, nosotros tenemos dos opciones: una, agarrar e irnos y, la otra, pelear. Pero si optamos por pelear tiene que haber plena conciencia, nosotros no queremos que después de un tiempo se cansen y digan, tal como hicieron con posterioridad a las huelgas del 69/70, ¿Por qué nos llevaron al conflicto? Tiene que existir un convencimiento tal que a la lucha la banquemos venga lo que venga”. Entonces acá tenemos que decidir entre nosotros si vamos a pelear o si aceptamos mansamente. Por ahí saltó un tipo que era de la burocracia y dijo: “pero bueno, yo creo que si ellos son los que mandan ustedes se tienen que ir”. Y fueron segundos los que pasaron, pero yo sentía que el mundo se venía abajo, o sea, ese tipo planteaba que nos fuéramos. Pero fueron unos segundos que a mi me parecieron minutos. Pero después hubo una explosión de griterío y la gente comenzó a maldecir al tipo. Los obreros gritaban: “Vamos a pelear y vamos a pelear, y vamos a pelear, y vamos a pelear”, una efervescencia impresionante. Entonces salió una cosa que a nosotros nos tonificó cualquier cantidad. Ahí yo empiezo a ser dirigente, empiezo a hablar, yo antes tenía vergüenza para hablar, empiezo a hablar ante los compañeros, qué sé yo, 1000 mil y pico de compañeros, y ya empiezo a hablar y empezamos hablando una vez cada uno de los compañeros, nos turnábamos para hablar y después un poco me toca cumplir ahí de como cabeza de ese movimiento”.
El 8 de marzo comenzó la toma de la fábrica Acindar, en donde más de 2500 obreros demandaban el levantamiento de la sanción a los miembros de la CI y delegados, así como la inmediata convocatoria a elecciones. Al día siguiente fue ocupada Maratón, mientras que los obreros de Metcon realizaban una huelga de brazos caídos. En Acindar, los portones fueron cerrados y controlados por piquetes de obreros. El personal jerárquico no pudo abandonar la fábrica y se lo retuvo en las oficinas de relaciones industriales. Ante la posibilidad de una intervención policial, en las calles internas se hicieron barricadas para que no circularan vehículos, se utilizaron vagones para cruzarlos donde la distribución de las vías lo permitían y se construyeron barricadas con tanques conteniendo solventes preparados para prenderlos fuego en caso de ser necesario.
La huelga se extendió rápidamente a las ciudades vecinas, se adhirieron las fábricas Villber y Cilsa, los portuarios, los transportistas, los aceiteros, la Asociación del Magisterio de la provincia de Santa Fe, la Asociación Bancaria y el Centro Comercial e Industrial; llegando adhesiones de organizaciones y sindicatos de todo el país.
Comienza así a configurarse un frente de masas que ligaba a los obreros metalúrgicos con la pequeña burguesía de la zona. Este frente obedecía tanto a motivaciones de tipo corporativista (reacción de la ciudad frente al centralismo sindical y a la centralización de los fondos sindicales en Buenos Aires. También por la necesidad de construir un policlínico, de contar con un camping, etc.), como económicas e ideológicas: la pequeña burguesía comercial de los barrios (mayoritariamente peronistas y ex-obreros u obreros que incrementaban sus ingresos con un comercio minorista) apoyó la lucha de los metalúrgicos porque su prosperidad dependía de la situación de los obreros que eran sus clientes. Esta pequeña burguesía mantenía estrechos lazos con el movimiento obrero o formaba parte de él. En cambio, la pequeña burguesía comercial de la zona céntrica se solidarizó con la lucha de los metalúrgicos por su manifiesto antiperonismo, independientemente de que consideraran justos los reclamos de los obreros.
La huelga culminó el 16 de marzo con la firma de un acta compromiso en la que se dispuso normalizar la seccional en 120 días y la elección de CI y de delegados dentro de los 45 días posteriores al acuerdo. Posteriormente se organizó una marcha desde las fábricas hasta la plaza principal de la que participaron entre 8.000 y 12.000 personas.
Las tomas de fábrica de marzo de 1974 produjeron una acumulación cuantitativa y un salto cualitativo en la toma de conciencia de los metalúrgicos de Villa Constitución.
- Anexo 13: Detención de Juan Martín Guevara
Durante un procedimiento efectuado en la madrugada del 1 de marzo por organismos de seguridad en Rosario, fueron detenidos Juan Martín GUEVARA, de 31 años, hermano de Ernesto «Che» Guevara, y Liliana Teresita BEGUAN, de 25 años.
La Capital. 1 de marzo de 1975, pág. 1:
“La intensa acción que las fuerzas policiales de esta ciudad vienen desplegando desde hace varios días en una gestión conjunta represiva de la subversión y la delincuencia, acuso en la jornada de ayer una de sus fases culminantes con la localización de un reducto extremista, un intenso enfrentamiento la captura del hermano del Che Guevara, la incautación de un verdadero arsenal y la ubicación de los domicilios de presuntos miembros de una organización terrorista. Esto desato una serie de allanamientos en puntos de la ciudad que se prolongaron hasta pasado el mediodía, se efectuaron numerosas detenciones. El descubrimiento del refugio extremista primeramente atado se materializo en las primeras horas de la madrugada de ayer, durante una labor investigativa de viviendas sospechosas, algunas de las cuales fueron controladas merced a las denuncias hechas llegar por vecino
Una de las Brigadas de personal vestido de civil y en auto particular que atendió la diligencia de vigilancia disimuladas de fincas con moradores sospechosos, se aproximó a la 1 de la mañana de ayer a una casita situada en calle Tucumán 5538.
Cuando el coche en que viajaba la comisión estaba cerca de la puerta de la casa en cuestión, de la misma algunos desconocidos abrieron fuego contra los guardianes del orden. Evidentemente en la finca había guardias que reconocieron a los ocupantes del automóvil como detectives. La agresión fue respondida por los investigadores. En el curso del tiroteo, el grupo policial integrado por cuatro hombres, no pudo evitar que cinco desconocidos que se encontraban en el inmueble huyeran y se alejaran, presumiblemente en un jeep. Al cabo de unos 20 minutos de combate fueron reducidos un hombre y una mujer que permanecían en la propiedad. El hombre resulto ser Juan Martín Guevara, presunto hermano del ex líder de la guerrilla cubana E. Che Guevara, la mujer en tanto fue identificada como Viviana Teresa Babuan, argentina, 25 años. Ambos fueron trasladados a la Jefatura de la U.R. II donde quedaron alojados.
Otro trascendido indico que Guevara admitió ser hermano del jefe guerrillero y señalo que estuvo detenido en Córdoba por asociación ilícita.
Versiones de militantes que participaron de este hecho dan a entender que el mismo no fue de tal magnitud, y que las fuerzas policiales llegaron al lugar por otra denuncia que no tenía nada que ver con los militantes detenidos.
- Anexo 13.1: COPAMIENTO DEL BATALLÓN DE ARSENALES
13 de abril de 1975
El PRT-ERP toma el destacamento militar del Batallón de Arsenales, llevándose del mismo una importante cantidad de armas.
Comunicado del ERP-PRT.
El combate de San Lorenzo.
Al pueblo:
A las 13 horas del día de la fecha, la Unidad «Combate de San Lorenzo» del Ejército Revolucionario del Pueblo, procedió a tomar por asalto el Batallón de Arsenales 121, ubicado en la localidad de Fray Luis Beltrán, de las Fuerzas Armadas Contrarrevolucionarias, a 23 km. de esta ciudad. Fueron copadas las Guardias Puesto Belgrano, Guardia Prevención, Guardia Central y Compañías A y B, siendo retirados de las dos Compañías que componen el Batallón, gran cantidad de armamento cuyo número aproximado es de 150 fusiles FAL, 5 FAP, 3 M.A.G., un número no determinado de metralletas y pistolas, así como pertrechos varios. Simultáneamente se copó la comisaría y la estación ferroviaria de la localidad y se aniquiló la dotación de dos patrulleros que circulaban por la Ruta Nacional Nº 11. Los efectivos de esta Unidad se retiraron siendo las 14 horas, habiéndose cumplido satisfactoriamente el objetivo.
Nuevamente el Ejército Revolucionario del Pueblo demuestra su inalterable consigna de no dar tregua al Ejército opresor proimperialista, fiel a los objetivos deseados por nuestro pueblo en aras del socialismo y contra la explotación.
Una vez más los mejores hijos del pueblo, emulando la gloriosa gesta del 3 de febrero de 1813, donde se libró el combate contra las fuerzas invasoras españolas, combate que ha dado nombre a nuestra Unidad, hoy nuevamente infligen una nueva derrota a este Ejército defensor de los intereses del capitalismo y del imperialismo, demostrado a través de sus gobiernos dictatoriales y de la represión contra el pueblo y sus luchas.
El Ejército contrarrevolucionario, cuyos oficiales asesinos desatan hoy su furia contra el pueblo en Tucumán, en Villa Constitución (con la mentira del «complot»), en todo el país intentando ahogar en sangre la creciente lucha de nuestro pueblo, muerde nuevamente el polvo de la derrota con esta heroica acción de la guerrilla del pueblo.
Nuestro ERP obtiene otra victoria militar y política sobre las huestes contrarrevolucionarias en esta larga guerra que día a día acerca la victoria final del pueblo argentino, que abrirá una nueva era de felicidad y prosperidad, la era del socialismo.
¡NO HAY TREGUA AL EJÉRCITO OPRESOR Y A LAS EMPRESAS IMPERIALISTAS!
¡MUERA LA OFICIALIDAD ASESINA, PERRO GUARDIÁN DEL IMPERIALISMO YANQUI!
¡VIVA EL COMBATE DE SAN LORENZO!
DIARIO LA CAPITAL:
Intentaron copar el Batallón Arsenales.
«La muerte de un coronel y dos extremistas fue el saldo de un frustrado intento de copar, por parte de un numeroso grupo subversivo, el batallón de Arsenales 121 con asiento en la localidad de Fray Luis Beltrán.
El Coronel Arturo Horacio Carpani Costa, jefe de Departamento Operaciones del Comando del Segundo Cuerpo del Ejercito que vivía en uno de los chalets del barrio militar, fue muerto al tirotearse con extremistas. Cuatro suboficiales y dos soldados resultaron heridos durante el prolongado tiroteo.
Fuentes informantes dijeron que los sediciosos ingresaron al arsenal junto con familiares de los soldados, ya que el domingo es el día de visita. Estos atacaron la guardia, al instante en que varios vehículos, pertenecientes al grupo lograron entrar en la unidad militar.
El ataque se llevó acabó desde varios puntos ya que al mismo tiempo en que los extremistas trataban de doblegar a los efectivos de guardia en la puerta de entrada principal, otro grupo hacía lo propio con el puesto de control instalado sobre la ribera del río Paraná. Algunas versiones señalaron que los agresores llegaron a ese lugar en dos lanchas que habrían sido robadas frente al Monumento a la Bandera.»
TESTIMONIOS:
«Al Batallón ingresaron con unas camionetas pintadas con los colores del Ejército, con el escudo de Argentina y todo, que se dirigieron directamente al lugar donde estaban las armas, quienes iban en esas camionetas estaban vestidos con ropas militares, incluso los cascos que no eran auténticos, eran de plástico, común y estaban pintados de verde […] se ve que no nos alcanzó para tanto […]. La rendición de los soldados que estaban en Arsenal fue bastante rápida y las armas se sacaron rápidamente, se sacaron alrededor de 6000 kg. de armamento; FAL, FAP, cargadores, balas.
La cuestión es que cuando escucha tiros sale de la casa en pijama y uno de nuestros compañeros se identifica, le informa que son del ERP y le pide la rendición. Al principio no podía creer y cuando se lo reitera, el entra a la casa y sale con un arma en cada mano. Se atrinchera. hay que decirlo, más allá de las cuestiones ideológicas que muere peleando.
Nosotros llevábamos todo el armamento en un camión de los milicos, yo me fui con estos otros dos compañeros a un campo por ahí cerca, los vaciamos y el ómnibus siguió» (Relato anónimo de un militante del ERP 1).
«Había 4 grupos de contención, el sector Norte, cerca de la salida de San Lorenzo; el sector Sur, para frenar lo que podía venir de Rosario, ubicado en Capitán Bermúdez; el sector “Fábrica”, frente a Fábrica Militar y “la Comisa” como le decíamos al grupo que estábamos en la Comisaría de Fray Luis Beltrán. Eran cinco o seis personas en cada puesto.
Quien nos explicó la planificación no estuvo en la acción directa. La acción del copamiento, in situ, estuvo dirigida por el “Capitán Luis” o “Tte. Daniel” que era Santiago Crasuk un chico de Entre Ríos, estudiante de Ingeniería Química en la UNL […] pero el foco de resistencia más fuerte fue en el Barrio de Suboficiales para permitir copar el puesto Gral. Belgrano que estaba en la entrada” (Relato anónimo militante del PRT 2).
«El ERP tuvo dos bajas mortales: Hipólito Leyes y Graciela del Carmen Rubio. El Ejército tuvo seis heridos: cuatro suboficiales y dos soldados. Los terroristas se retiraron del Batallón a las 14:00 horas llevándose 160 fusiles FAL, 5 FAP, 2 ametralladoras MAG, 29 pistolas, 5 escopetas ITAKA, 2 fusiles Mauser, 2 subfusiles PAM, municiones y cascos» (Documento del Ejército citado por Yofre, Juan Bautista (2008) Nadie fué. Buenos Aires: Sudamericana).
«A las 12:00 horas, 60 terroristas del ERP vestidos con uniformes del Ejército Argentino y fuertemente armados iniciaron el asalto del Batallón de Arsenales 121º, aunque la maniobra de infiltración se había iniciado una hora antes por combatientes camuflados en un grupo de familiares que visitaba a los soldados conscriptos. Al igual que en sus cinco ataques anteriores a unidades del Ejército, la fuerza atacante contó con la complicidad de un soldado-militante (Carlos Horacio Stanley); quien estando a cargo de la centralita telefónica confundió a los distintos puestos de guardia respecto al sitio exacto de la penetración. Simultáneamente otros pelotones coparon la estación ferroviaria y la comisaría de policía, lo cual eleva la cifra de combatientes a unos ochenta, a los que habría que sumar otros diez en tareas de transporte y posta sanitaria» (Comunicado del Ejército).
«Al oír los disparos, varios oficiales que vivían en las proximidades del Batallón acudieron armados hacia el mismo pero fueron interceptados por un grupo de contención de los atacantes, muriendo en el enfrentamiento el coronel Arturo Horacio Carpani Costa, jefe de Operaciones del II Cuerpo de Ejército» (Comunicado del ejército: www.termidorianos).
«Entran el jefe de la compañía Combate de San Lorenzo, el Capitán Daniel, era de entre Ríos, le decíamos Tío (porque era un hombre grande). Entran rompiendo el portón con una camioneta, toman simultáneamente los 3 puestos, mientras otros van a la guardia central. Los colimbas se entregan todos, pero en la guardia central un jefe se parapetra atrás y se resiste, mientras otro grupo toma la comisaria simultáneamente.
Estando ya tomado el cuartel, se desarman a varios, se cargan todas las armas de dos o 3 compañías, era mucho. Se llevan mas de 150 fusiles, 6 FAP es lo que declara luego el ejercito pero eran más, bastante más me acuerdo, eran dos camiones uno que cargaba granel y otro camión que tenía un berretín en el piso doble, eso estaba lleno hasta arriba, se lleno de 33 fal, dos sub-ametralladoras Halcón y 6 FAP que yo vi.
De San Lorenzo, sobre la ruta, habían 3 puestos, se hizo un domingo a las 11 am, la hora de visita de los familiares a los colimbas, estaban sincronizados el capitán Daniel y el tío, entran rompiendo el portón con la camioneta, pasan los 3 puestos y toman la guardia central. Había un grupo de contención para contener los que llegaran desde Rosario, otro grupo contendría a los de San Lorenzo, entonces ya tomado el cuartel, los compañeros toman las armas de tres compañías, los compañeros se repliegan a la 5ta y habían dos camiones, uno con berretín, el piso era doble. Salimos de ahí con el camión a granel con el compañero que era de Salta y hubo un montón de problemas Se nos rompió el radiador del camión, así que paramos, estábamos perdidos me bajo en una granja, les pedí agua, me llevé un bidón de 20 litros le dije “después te lo devolvemos».
En el desbande, muchos compañeros pierden el rumbo de la retirada, pero ellos habían visto el camión. Yo veo un auto que dobla y otro detrás, y le digo al compañero dos autos, nosotros teníamos que pasar la circunvalación de Rosario, pero al subir veo esos autos que eran los comapeñeros decían que paremos, cuando íbamos a pasar la circunvalación de Rosario, paramos y las armas largas las cargamos en el camión y ellos llevaron las armas cortas. Ellos vinieron a reforzar la Companía desde Bs. As., eran 8, pero de nuestro lado hubo dos muertos, el tío y una compañera de Santa Rita. Ellos hicieron como que visitaban a alguien, entran primero pero cuando se da el tiroteo en la guardia central (donde muere un oficial) se deschava todo y el subjefe se esconde y empieza a tirar desde 100m, primero mata a Patricia, y cuando el tío va a buscarla como no sabíamos de donde tiraba el la trae pero lo matan también… ahí nos damos cuenta de donde tiran y lo bajan… porque de ese lado teníamos que salir.
Eran unos 40 compañeros los que participaron de la operación, y creo que fue la operación que mejor salió de todas a pesar de los dos compañeros caídos. Y muchos compañeros llegaron a la terminal de ómnibus, se sacan la ropa de fajina y sacan pasajes para cualquier lado para salir de Rosario, pero detienen a 2 o 3 en la retirada» (Relato de Marcelo, militante del PRT-ERP en Santucho, organizador del contrapoder).
- Anexo 13.1: SECUESTRO DE 3 MILITANTES MONTONEROS
23 DE SETIEMBRE DE 1975
En la noche del 23 de septiembre un grupo de diez personas que se movilizaba en dos autos tomó por asalto una casa de Funes, donde vivía Orlando Finsterwald, de 20 años. El joven había llegado poco antes al lugar junto a María Julia Scocco y Zulema Williner de Godano, ambas de 24 años. Los criminales dijeron ser policías y estar en busca de «elementos subversivos». Los tres estudiantes fueron secuestrados y encerrados en los autos, donde se los interrogó y golpeó. Finsterwald declaró después que les preguntaban «a qué grupo terrorista pertenecían» y que ante sus negativas recibían fuertes golpes. Luego llevaron al grupo a una casa donde continuaron los apremios y las torturas y finalmente volvieron a los autos, para tomar la autopista Brigadier López y llegar a un descampado situado en jurisdicción de La Ribera.
En el lugar, los secuestradores balearon a los jóvenes, tras maniatarlos, y dejaron junto a sus cuerpos un cartel con la leyenda «Aniversario de la muerte de Rucci – La patria hace justicia». Luego se fueron del lugar, dando a todos por muertos. Zulema Williner había fallecido, alcanzada por un proyectil en la cabeza, pero los otros dos estudiantes quedaron gravemente heridos y pudieron ser salvados luego que Finsterwald llegó hasta la ruta y fue socorrido por un camionero. Un Comando «Capitán Roberto Brzic» se adjudicó la autoría del operativo.
Ninguno de estos casos fue aclarado, dado que la justicia nunca investigó lo sucedido.
FINSTERWALD, Orlando
“Polaco”.
Militante Montonero de la JUP.
Estudió en la escuela 54 Gral. Manuel Belgrano.
Estudiante de Ingeniería de Rosario.
WILLINER, Zulema Ángela Ramona
“Tita”.
Montoneros.
Nacida en Humberto Primo, Santa Fe, un 29 de marzo de 1950.
Estudiante de Historia.
Casada con Alcides GODANO.
SCOCCO, María Julia
Militante de Juventud Universitaria Peronista (JUP) y el Partido Peronista Auténtico (PPA) en Rosario.
Estudiante de Arquitectura.
Sobre el hecho el diario La Capital dijo en su tapa (p. 14), el 27 de setiembre de 1975:
“El cadáver de una joven –identificado luego como Aulema Álvarez, estudiante de la facultad de Arquitectura- y los cuerpos acribillados a balazos de otras dos personas que aún se encontraban con vida, fueron encontradas a las 6 de ayer, a un costado de la autopista “Brigadier General Estanislao López… en el ámbito jurisdiccional de La Ribera (ex Timbúes), departamento de San Lorenzo. Junto al cuerpo de la joven muerta había un cartel que decía “Aniversario de la muerte de Rucci, la patria hace justicia.” El Comando «Capitán Roberto Brzic» se adjudicó la autoría del operativo”.
- Anexo 14: DETENCION DE CAMBIASO
Osvaldo Agustín Cambiaso fue primeramente militante del Ateneo de Santa Fe, el cual devendría luego en la Juventud Universitaria Peronista (JUP). Uno de los fundadores de Montoneros en esa ciudad. Había estado varias veces preso. En diciembre de 1975, cuando se dirigía a la localidad de Villa Ocampo sufrió un accidente y fue internado en el Hospital de Reconquista, donde fue secuestrado por fuerzas de seguridad. A continuación las denuncias efectuadas que lograron la aparición con vida del secuestrado, quien de todas maneras quedó detenido hasta el año 1982.
SE INVESTIGA LA DESAPARICIÓN DE UN JOVEN EN SANTA FE.
La desaparición de su hijo Osvaldo Agustín Cambiaso ha denunciado la señora Adelina Clementina Forconi de Cambiaso. Dice la mujer que el joven sufrió un accidente en las proximidades de la localidad de Villa Ocampo y que debió ser internado en el hospital de Reconquista.
Allí –relata la señora de Cambiaso- efectivos policiales rodearon el inmueble y se llevaron a su hijo. A partir de ese momento, 26 de diciembre, fueron infructuosas las gestiones tendientes a conocer su paradero y vanos los intentos realizados ante las fuerzas de seguridad para que informaran al respecto.
Consultando sobre el tema, el Ministro de Gobierno, Eduardo Enzo Galaretto, informó por secretaría privada que se están tomando las providencias necesarias para establecer la veracidad o inexistencia de la presunta detención.
También fueron consultadas fuentes de la policía provincial, las que expresaron que desconocían el hecho.
Cabe destacar que el protagonista del confuso episodio está sindicado como elemento perteneciente a la organización extremista ilegalizada en último término, y ya estuvo detenido en 1972, cuando la finca que habitaba fue allanada por las fuerzas de seguridad, hallándose en su interior material de corte extremista.
Cambiaso recuperó la libertad en 1973, al beneficiarse con la amnistía general decretada por el gobierno del doctor Héctor J. Cámpora (La Capital, 14 de enero de 1976, pág. 12).
Solicitada (aparece durante varios días. Pág.5):
ANTE UN SILENCIO CÓMPLICE SOBRE EL PARADERO DE OSVALDO AGUSTÍN CAMBIASO.
“El día martes 13 del corriente hicimos pública una denuncia por la desaparición de nuestro hijo Osvaldo Agustín Cambiaso. Luego de un accidente que sufriera es atendido en el Hospital de Villa Ocampo e inmediatamente sacado de allí por una comisión Policial a cargo del funcionario Conte, según lo expresa el Inspector General de Reconquista don Hugo Quinto Agüero.
Mantuvimos una entrevista con el Jefe de la Provincia de Santa Fe quien ratifica los procedimientos antes mencionados y que nuestro hijo se encontraría en la cárcel de Coronda.
Posteriormente el secretario de la Dirección General de Institutos Penales, subprefecto don Dante Scarano, autoriza a dejar ropa, elementos de higiene y dinero entregando por esto un recibo oficial que se encuentra en nuestro poder, confirmando la permanencia de nuestro hijo en dicha dependencia.
Las últimas informaciones indican que pese a su delicado estado de salud a consecuencia del accidente, es sacado de la cárcel de Coronda y trasladado al hospital Militar de Santa Fe sin comunicación oficial del hecho.”
“Hoy a 27 días que sufriera el accidente en las proximidades de Villa Ocampo, no hemos recibido contestación oficial de ninguna de las fuerzas de seguridad, ni las dependencias judiciales ni el gobierno de la provincia que se responsabilicen tenerlo.”
Los responsables
Los hechos evidencian que nuestro hijo está en manos de las FF.AA. La gravedad de sus heridas, una lesión al corazón secuela de su paso por la cárcel durante el gobierno militar y la incomunicación a la que lo han sometido nos hace temer por su vida.
Responsabilizamos de su desaparición a las FF.AA. y de Seguridad, al Gobierno Provincial y Nacional como cómplices directos.
Todas las familias argentinas angustiadas por la desaparición de sus hijos y nuestro pueblo sabedor de quiénes son y cuál es la historia de lucha de cada uno de ellos en defensa de los intereses populares, conocen los responsables (Firma: Agustín Salvador Cambiaso –LE. 2.164.520).
- Anexo 14.1: SECUESTRO Y ASESINATO DE CARLOS VERGARA Y ROBERTO DE GRANDIS
La zona de San Lorenzo y Capitán Bermúdez era de una gran conflictividad, tanto en el campo sindical, donde existían sindicatos combativos con dirigentes honestos y representativos, como así también una fuerte presencia de las organizaciones armadas ERP y Montoneros, además de distintas organizaciones de la Juventud Peronista, y otras de izquierda como el Socialismo Revolucionario (SR) y el Poder Obrero.
No es de extrañar que el aparato represivo estatal fijara allí su atención como en Villa Constitución. En ese marco se producen las desapariciones de Carlos Alberto Vergara y Roberto De Grandis, ambos de la Juventud Peronista, que posteriormente serían hallados asesinados.
- INFORME POLICIAL
Memorandum policial Nº 2969, 23 de Enero de 1976:
SUBVERSIVAS – Departamento San Lorenzo – SECUESTRO
“Siendo las 06.00 horas de la antevíspera, un grupo de 6 personas, procedió a llevarse de su domicilio, Hipólito Irigoyen 1660 de la ciudad de San Lorenzo, a CARLOS ALBERTO VERGARA, arg., de 25 años, soltero, instruido, empleado temporario de Petroquímica Puerto General San Martín.
Asimismo, siendo las 04.00 horas de la víspera, en la ciudad de San Lorenzo fue secuestrado por varios individuos armados que se movilizaban en varios automóviles, el operario de una empresa de montaje, ROBERTO DE GRANDIS, arg., de 23 años de edad, soltero, quien sería militante de la Juventud Peronista.”
Memorandum Nº 2972, 28 de Enero de 1976:
SUBVERSIVAS – Departamento San Lorenzo – SECUESTRO
06:00 ante víspera, domicilio de Hipólito Irigoyen Nº 1660 de la ciudad de San Lorenzo, fue secuestrado por 6 personas armadas, Carlos Alberto Vergara, arg. 25 años, soltero, instruido, empleado temporario de Petroquímica Puerto Gral. San Martín. Vergara se encontraba acompañado por dos mujeres, una de ellas su tía, quien manifestó que los secuestradores partieron en una Pick-up o en un camión.
- SOLICITADA
La Capital, 25 de enero de 1976, pág. 5:
¡Queremos saber dónde está nuestro compañero Carlos Vergara!
“Se acaba de consumar un nuevo acto de violencia hacia los trabajadores petroquímicos. El día miércoles a las 24 irrumpieron en la puerta del establecimiento PASA, Petroquímica Argentina SA de Puerto General San Martín, 3 automóviles con personal civil provistos de armas largas, los que luego de introducirse en la playa de estacionamiento intimidaron al personal que toma el turno de las 24, tratando de localizar a un trabajador el que en esos momentos no fue hallado.
De inmediato se retiraron de las adyacencias y se dirigieron a la ciudad de San Lorenzo al domicilio del compañero Vergara. Este compañero que reviste en calidad de trabajador contratado temporario de la fábrica mencionada anteriormente fue inmediatamente secuestrado, procediéndose además, al robo y deterioro de diversos elementos de valor que había en la misma finca.
La desaparición de nuestro compañero se suma a la lista de aquellos secuestrados, detenidos, mutilados y salvajemente asesinados que marcan un doloroso signo de esta época, al que muchos asisten con impotencia y hasta con indiferencia. Somos conscientes que la ola de violencia sólo la detendremos cuando la clase obrera y el pueblo nos movilicemos en conjunto y digamos ¡basta!
Los momentos que se viven son de total incertidumbre, pero entendemos que no hay dudas, ni vacilaremos cuando se trata de la vida de un compañero, de la vida de un ser humano y como tal los petroquímicos no escatimaremos esfuerzos hasta dar con su paradero, utilizando para tal fin todos los medios que estén a nuestro alcance. Hoy con la denuncia de este hecho para que las autoridades o quienes sean, nos digan dónde se encuentra Carlos.
El próximo lunes, de no mediar respuesta, el conjunto de los trabajadores petroquímicos resolveremos con otro tipo de medidas, la defensa de la integridad física de nuestro compañero.
La Capital, 1 de febrero de 1976, pág. 21:
Apareció el cadáver de De Grandis. Lo rescatan del Paraná donde estaba hundido con cadenas.
“En el río Paraná en jurisdicción de Villa Constitución, efectivos de la Prefectura Naval hallaron el cadáver de De Grandis, de 20 años, secuestrado de su domicilio la madrugada del 22 del mes pasado, a las 4. El cuerpo -de acuerdo con lo expresado por las autoridades policiales de San Lorenzo- no presentaba heridas, pero estaba amarrado con cadenas a un bloque de cemento de unos 30 kg. de peso. Asimismo la víctima había sido maniatada. De Grandis vivía con sus padres en calle San Juan 448 de la ciudad de San Lorenzo y se desempeñaba como operario en una empresa de montaje que realiza tareas en Celulosa Argentina, de Capitán Bermúdez. La madrugada que De Grandis fue secuestrado, se hicieron presentes en su domicilio 6 personas, fuertemente armadas quienes dijeron ser policías y lo obligaron a acompañarlos aclarándole que iban a tomarle declaración. A partir de ese momento el paradero del obrero fue un misterio”.
Moviliza el gremio petroquímico y otras organizaciones para aclarar dicho episodio
El padre de la víctima, Vicente De Grandis, envió una nota a LA CAPITAL, para difundir un pedido a la CGT, organizaciones gremiales, políticas y religiosas, en el sentido de que se interesarían por su paradero, ignorando a todo esto el hallazgo del cadáver.
“Roberto -expresa la carta- es un obrero de la construcción en una empresa de montaje de Celulosa Argentina de Capitán Bermúdez, y el 22 de enero a las 4 de la mañana, mientras se encontraba durmiendo fue secuestrado por un grupo armado que, auto titulándose como de la Policía Federal, se lo llevó de nuestro domicilio. Hasta el día de la fecha y pese a haber transcurrido más de una semana del día de su desaparición (con la consiguiente angustia y sufrimiento de sus familiares, compañeros de trabajo y amigos), no hemos podido dar aún con su paradero pese a las constantes gestiones realizadas. Solicitamos y agradeceremos cualquier gestión que se haga para localizar a nuestro hijo Roberto”.
- COMUNICADO
“Por su parte, la comisión directiva del sindicato Obreros y Empleados Petroquímicos, ante el lamentable suceso ha dado a conocer el siguiente comunicado de prensa: Ante la aparición del cuerpo del compañero trabajador Roberto De Grandis que se desempeñaba en una empresa de montajes en Celulosa Argentina de Capitán Bermúdez y que fuera secuestrado el 22 del corriente por una banda armada los trabajadores petroquímicos repudiamos enérgicamente esta nueva víctima inocente que pasó a engrosar la larga lista de compañeros secuestrados, mutilados o salvajemente asesinados. Entendemos que esta muerte no sólo enluta a una familia obrera de San Lorenzo, sino que los trabajadores todos nos sentimos embargados por este dolor.
Dolor ante la impotencia, bronca ante la infamia. Pero nunca doblegados. Porque hoy mientras lloramos a un compañero de otro gremio sabemos que seguiremos adelante con más muertos quizás, con más secuestrados, con más mutilados… pero llegará el día que en esta tierra se hará justicia y en pos de ella proseguiremos nuestra lucha ¡Compañero Roberto De Grandis, los trabajadores petroquímicos te saludan!”
Se informó asimismo que se realizó un paro simbólico en todos los turno de trabajo de la planta PASA, Petroquímica Argentina SA, de Puerto General San Martín, como repudio al crimen y homenaje al trabajador asesinado”.
- ANEXO 14.2: PLAZA DE LAS BANDERAS (SANTA FE).
18 de febrero de 1976
En esos días se desarrollaba en la Plaza de las Banderas de Santa Fe, una cita nacional de la organización Montoneros. En ellas participaba el Área Federal de la organización, la cual consistía en una especie de logística ligada directamente a la Conducción Nacional, que existía en todas las regionales pero era independiente de éstas. A través de ella se efectuaban los traslados de personas, se abastecía de armamento, documentos y dinero.
Evidentemente la cita estaba cantada (existen muchas conjeturas del origen, que van desde responsabilizar a Quieto, quien hasta diciembre era el responsable del Área Federal, hasta atribuirlo a un infiltrado que militaba en Rosario y en el Chaco, en el área de logística y que fuera posteriormente ejecutado por Montoneros).
Los hechos transcurrieron durante dos días, porque en el primero se hacían los contactos con el Área Federal, mientras que al siguiente lo hacían con las regionales. En esos dos días fueron secuestrados los siguientes militantes:
– Orlando Finsterwald fue visto por última vez el 16 de febrero de 1976, cuando abandonó la ciudad de Rosario y se dirigió a Santa Fe para acudir a una cita. El 17 de ese mes se iba a encontrar con su hermana Silvia en una esquina de la ciudad a la que obviamente no acudió.
– Antonio Silva fue secuestrado en Santa Fe luego del 16 de febrero de 1976 cuando partió desde la casa de sus padres en Resistencia. Nunca más se supo de él.
– Daniel Martín Angerosa fue visto por última vez el 17 de febrero de 1976 en Gualeguaychú. Ya en Santa Fe fue secuestrado y desparecido cuando salió de la casa de unos familiares.
– Enrique Guastavino, lo secuestró personal de la policía federal a bordo de un Falcón verde en Santa Fe el 17 de febrero de 1976.
– Carlos Livieres Bank, al bajarse de un auto en la Plaza de las Banderas fue herido gravemente por fuerzas del Área 212 en calle Alvear entre Juan del Campillo e Iturraspe. Fue llevado al hospital Cullen y murió al poco tiempo.
– Héctor Ameri, quien venía del Chaco, fue secuestrado en la misma ocasión.
– DE LEONARDI, Elena Yolanda, «Gorda Julia», quien hacía poco vivía en Santa Fe, fue secuestrada y su cadáver apareció en Ibarlucea.
- Anexo 14.3: Enfrentamiento en Ituzaingo y San Martín.
El 25 de junio de 1976, en un bar, en Ituzaingo y San Martín de la ciudad de Rosario, se realizaba el cierre de los “controles” de la JUP. Por allí habían pasado los referentes de cada facultad, donde se encontraban Fernando Abasto y Ernesto Duarte (ver Protagonistas, pág. 19 y 21), quienes fueron sorprendidos por la llegada de una patota policial que, sin mediar palabras, los acribilló.
Los diarios publicaron rápidamente el comunicado policial con la documentación falsa de los caídos y varios días después la corrigieron.
- La Capital. 26 de junio de 1976:
Dos extremistas fueron abatidos por la policía
Dos hombres jóvenes presuntamente enrolados en una organización subversiva fueron abatidos durante la mañana de ayer en nuestra ciudad, al enfrentarse a balazos con una brigada de la policía. El hecho se registró minutos después de las 9, en la intersección de Pasco y San Martín, lugar en el que efectuaba un control de rutina una patrulla de efectivos de seguridad.
Según las referencias obtenidas, dos jóvenes que viajaban en un automóvil desoyeron la voz de alto impartida por los policías contra quienes comenzaron a disparar sus armas. El ataque fue repelido generándose un tiroteo que concluyó cuando aquellos cayeron abatidos.
Trascendió asimismo que entre las ropas de los jóvenes abatidos la policía halló material de propaganda de una organización subversiva y armas de calibre prohibido. Ambos cuerpos fueron trasladados a la morgue del Hospital Municipal Central a la espera de su identificación.
Finalmente cabe señalar que sobre este episodio no hubo hasta anoche información de carácter oficial.
- La Capital. 27 de junio de 1976, pág. 27:
La identidad de dos extremistas ha trascendido
Ha trascendido la identidad de los dos jóvenes extremistas muertos durante un tiroteo ocurrido en la intersección de San Martín y Pasco, sobre lo que dimos cuenta en la edición de ayer.
Se trataría de Daniel Jesús Arroyo y Jorge Enrique Mercado y el domicilio del primero en calle Viamonte 1282 es decir a pocas cuadras de donde se registró el hecho. En fuentes extraoficiales se estima que ambos jóvenes eran oriundos de otra provincia, en tanto ninguno de ellos registraría antecedentes en la policía de nuestra ciudad, por lo cual sus fichas dactiloscópicas habrían sido enviadas a otras reparticiones para ampliación de datos de identificación.
Asimismo, los cadáveres se encuentran en la morgue del Hospital Central y aún no han sido reclamados por persona alguna.
LOS CONTROLES
La costumbre de realizar “controles” diarios era una vieja disciplina de los militantes de las Organizaciones Revolucionarias. En los tiempos de legalidad se abandonaron o se realizaron en forma muy relajada, pero con la aparición de la Triple A y la dictadura se volvieron a realizar de manera estricta.
En un primer momento, dichos controles se realizaban en un bar, pero tras el aumento de la represión, la dinámica era la de pasar por una calle determinada para que otro compañero lo viera y supiera que estaba vivo.
La metodología era simple. Si alguien faltaba o no pasaba se suponía que había caído en manos del enemigo y, por lo tanto, todos los integrantes del mismo espacio debían tomar las medidas convenientes para no ser detenidos (como por ejemplo el tener que cambiar de casa). Ante un eventual error, en la mayoría de los casos había un segundo control donde reengancharse.
Las fuerzas represivas que estaban al tanto de esta práctica, al secuestrar a un militante lo sometían a duras torturas para obtener rápidamente la información de dónde se realizaba el control en cuestión y así poder secuestrar a los demás miembros del grupo.
En otros momentos recorrían las zonas, donde suponían se realizarían los controles, con militantes detenidos para obligarlos a identificar a sus compañeros.
Si bien esta metodología permitió salvar la vida de muchos militantes, con el tiempo se terminó convirtiendo en una trampa aprovechada por los servicios de inteligencia.
- Anexo 14.4: Enfrentamiento zona sur, Rosario.
27 DE JUNIO DE 1976
La organización Montoneros mantenía su postura de atacar a la dictadura por todos los medios. Consecuentemente, sus militantes organizados intentaban hostigar a las fuerzas policiales en el territorio. Cuando cumplían con esa tarea, Raúl Hórton y cuatro compañeros más fueron interceptados en la zona sur por móviles policiales. Después de varios tiroteos y persecuciones, resultaron muertos Raúl Horton y el cabo Cárdenas.
“Raúl llevaba consigo una pistola calibre 45, dos cargadores y documentos apócrifos a nombre de Julio Jorge Guelman. Dos vehículos policiales trataron de interceptarlos, les dieron la voz de alto y, lejos de acatar la orden, abrieron fuego. Comenzó una fuga desesperada y una persecución implacable. Al llegar al 3500 de la calle Italia, acorralados, sus compañeros abandonaron el vehículo y Raúl se dispuso a cubrirles la retirada. Primero, se introdujo en una panadería y luego buscó refugio en una finca abandonada, la número 3526 de la citada arteria, guarneciéndose en el interior de una cabina de supergas. El otro compañero, que hasta ese momento aún permanecía en la camioneta, abandonó el lugar, logrando escaparse. El cabo de la policía, Raúl Cárdenas, salió junto con el agente Norberto Lemos en persecución de Raúl. El diario La Razón indicó que “uno de los fugitivos, en lugar de seguir la carrera, quedó en acecho junto al muro y cuando pasaron Cárdenas y Lemos, prácticamente por encima de él, les hizo fuego por la espalda. El cabo cayó malherido, pero desde el suelo siguió haciendo fuego, en tanto que Lemos, al darse vuelta, recibió un disparo en la boca. Otro agente recibió un impacto de bala en el tórax”. La policía rodeó la manzana con el apoyo de fuerzas militares y reanudó el enfrentamiento hasta que Raúl fue acribillado a balazos. Para quien vivió y bregó por los pobres el destino quiso que muriera junto a ellos: el área del enfrentamiento estaba ocupado por un barrio de emergencia. Raúl luchó heroicamente hasta el final, el gas y la superioridad numérica no le dieron ninguna oportunidad.” (Ernesto Jorge Rodríguez en Roberto Baschetti)
La Capital. 28 de junio de 1976.
Hubo un mortal enfrentamiento en la zona sur
En la mañana de ayer se desarrolló en nuestro medio un importante procedimiento antiextremista durante el cual fue abatido un subversivo resultando mortalmente herido un cabo y con heridas dos agentes, todos de la policía provincial.
Para informar sobre el suceso el Comando del Cuerpo de Ejército II dio a conocer anoche el siguiente comunicado:
El comandante del Cuerpo de Ejército II comunica a la población que en el día de la fecha siendo aprox. las 9.30 hs. se produjo un enfrentamiento entre las fuerzas policiales y un grupo de delincuentes subversivos, en la cortada Valdez, entre las calles Italia y Dorrego.
“Como resultado del mismo, uno de los delincuentes subversivos fue abatido y resultaron heridos dos agentes del orden. Posteriormente uno de ellos falleció en el hospital Central, lugar donde había sido internado.
“Al comunicar este hecho el Comandante del Cuerpo de Ejército II, también quiere hacer resaltar la eficaz colaboración de la población, lo que permitió la localización y posterior eliminación de este delincuente subversivo.
El operativo
No se suministraron los detalles con relación al procedimiento que según los datos recogidos por los periodistas, habría tenido origen en una denuncia de personas que habrían advertido el desplazamiento sospechoso de una pickup con varios desconocidos en ella. Al acudir una comisión policial de la Guardia de Infantería inició la búsqueda del rodado localizándolo a la altura de las calles Moreno y Saavedra. Allí siempre conforme con los trascendidos, los funcionarios del orden fueron atacados a tiros por los extremistas que huyeron a gran velocidad en la camioneta.
De inmediato se montó el operativo de persecución acudiendo unidades del comando Radioeléctrico e iniciándose un rastrillaje que concluyó al localizarse la Pickup estacionada en Italia al 3500. En este sitio fue sorprendido uno de los sediciosos que al advertir la proximidad policial trató de eludirla. Para ello se introdujo armado en una panadería amenazando a sus dueños y saltando desde ese local a otra finca cuyos moradores se encontrarían ausentes. Allí parapetado tras una casilla para supergas, el desconocido disparó contra sus seguidores, sobreviniendo un prolongado e intenso tiroteo, mientras toda la manzana era cercada.
En la gestión de captura del extremista, el cabo de la Guardia de Infantería Raúl Cárdenas fue herido de muerte cuando trataba de reducir al fugitivo penetrando por los fondos de la casa. Dos agentes también recibieron heridas de bala en este enfrentamiento pero uno de ellos a pesar de sus heridas logró dar muerte al terrorista.
El cadáver del extremista fue retirado poco más tarde no habiéndose informado acerca de su identidad. Según trascendió llevaba consigo documentos de identidad adulterados.
Diario El Litoral
“El comando radioeléctrico, móvil 612, intercepta en la intersección de las calles Saavedra y Moreno, una camioneta Pick Up, Ford F100, con tres masculinos armados. Comienza una persecución. Finalmente, se topan con sólo uno de los ocupantes de la misma (Dorrego y Pje. Valdéz), con quien se produce un prolongado tiroteo, resultando éste abatido (Raúl Alberto Horton). También, encontró la muerte el cabo Raúl Cárdenas del Batallón de Guardia de Infantería. Recibió heridas el Agte. Norberto Lemos”.
- Anexo 14.5: ASESINATO DE ALEJANDRO VICTOR STANCANELLI
- “Pato”
- Militante de la JUP
- de la Universidad Tecnológica de Rosario (UTN).
- Nacido el 27.10.1954.
- Electricista.
El 1 de julio de 1976, Alejandro Víctor STANCANELLI fue herido en Alvear y San Luis y llevado al CCD El Pozo donde murió.
Este caso muestra claramente que el aparato represivo funcionaba a pleno en Rosario y que sus métodos eran bastantes simples: secuestros y salvajes e interminables torturas para obtener nuevos datos y así reiniciar el ciclo.
Las estructura de base de Montoneros (JUP, UES, JP, JTP) era fácil presa de esa metodología. A diferencia del PRT, que prácticamente nunca había vuelto a la legalidad, las bases montoneras si bien eran perseguidos por la Triple A, habían disfrutado de varios años de legalidad, se habían hecho masivas y participaban de elecciones de centros, realizaban propaganda pública, peñas, fiestas, festejos y reuniones.
Si bien la organización venía realizando un repliegue de sus cuadros en esas tareas públicas, la situación política cambió demasiado rápido y aquello que había sido la virtud que le permitió crecer ahora se volvía en su contra. Esas actividades relajaron las medidas de seguridad: los militantes conocían los domicilios de sus compañeros, sus lugares de estudio o trabajo. Lo que hacía que ante la tortura muchos dieran información que nunca tendrían que haber conocido y cuando uno de esos militantes se quebraba y pasaba a trabajar para el enemigo disponía de cientos de lugares donde acompañar a los represores (como es el caso de “Cady”, “Victoria”, “Tu Sam”).
“Él estaba con su novia en la esquina de San Luis y Oroño, pasa Stancanelli, saluda a su novia Celia Righi y al rato pasa corriendo, siendo perseguido por 3 policías a los tiros, se agarra la cintura…” (Declaración de Gonzalo Alberto Barrio. Causa Feced)
“Lo fueron a buscar a donde se iba a encontrar con su novia, Josefina Brebbia también secuestrada, Alejandro salía de una obra en construcción donde trabajaba, a la voz de alto salió corriendo”. (Rafael Augusto Stancanelli, hermano. Causa Feced).
“Su padre, Víctor Augusto Stancanelli, se entera por TV de la muerte de su hijo, va a la morgue había 3 cadáveres, se acerca a uno y le dicen que no, que ese es Blasetti. Al día siguiente van a la casa de Guzmán Alfaro (Jefe del SI) con otros y le dice que a su hijo lo habían matado por que “era el jefe de los montoneros de Rosario”. Luego va de nuevo a la Jefatura donde lo atiende nuevamente Guzmán, como se pone nervioso lo lleva hacia el centro de la Jefatura de Policial en una calle que va hacia Santa Fe y en el primer piso abrió una puerta grande y le mostró algo que lo aterrorizó y le dijo “mejor viejo, meta violín en bolsa y vayasé de acá algo de esto le puede pasar”. Lo que le mostró fueron aproximadamente 15 cadáveres que pendían de un techo atados por los tobillos.” (Causa Feced)
Memorandum 3 de inteligencia: Esquina San Juan y Oroño, 20,35 Hs. personal de la División Informaciones intercepta a un joven en actitud sospechosa. Al darle voz de alto, el mismo extrae un arma de fuego y comienza un tiroteo, del cual resulta abatido. Se le secuestra de su poder un documento a nombre de Alejandro Víctor Stancanelli. «Se hace notar que el delincuente mientras se encontraba caído comenzó a gritar «ayúdame Tognioli, ayúdame», escuchándose a espaldas del personal interviniente, disparos de arma de fuego, no pudiéndose establecer su procedencia.
“Un sospechoso que se resistió a una Comisión Policial fue herido en la esquina de San Luis y Alvear y derivado al hospital Central donde falleció, por el documento que portaba el irregular sería Alejandro Victor Stancanelli (a) “Pato”. (La Opinión, 03.07.1976)
Como era obvio, el II Cuerpo de Ejército inventaba historias que eran dócilmente repetidas por los medios de comunicación.
- Anexo 14.6: SECUESTRO DE PEDRO GALEANO
- GALEANO, Pedro Raúl
- “El Correntino”.
- Militante montonero de la JUP.
- Nacido el 29.07.1955 en
- Curuzú Cuatiá (Corrientes).
- Estudiante de la Facultad de
- Ciencias Económicas de la UNR.
- Secuestrado el 10.07.1976.
- Sus restos fueron hallados por
- el EAAF en el cementerio
- La Piedad.
En este caso se muestra otra faceta de la represión, secuestran a Galeano, lo llevan al Servicio de Informaciones, lo torturan durante varios días, luego intentan llevarlo a la cárcel de Encausados, pero allí el médico del lugar se niega a recibirlo debido a las graves lesiones que tenía, ante lo cual deciden hacerlo aparecer como muerto en un “intento de fuga”.
Parte policial 3093 del 23 de Julio de 1976: El 22.07.76 a las 21.50 horas personal policial trasladaba al llamado Pedro Raúl Galeano, integrante de la OPM Montoneros, cuando en la intersección de Génova y Cordiviola fueron atacados a tiros por los ocupantes de un Ford Falcon, falleciendo el nombrado”.
Adriana Beade tenía 19 años y su novio, el Correntino, 21 cuando fueron secuestrados, el 10 de julio de 1976, en la casa de cortada Marcos Paz a la que nunca volvió.
Mientras los llevaban al Servicio de Informaciones, Pedro Galeano aseguraba que ella no tenía nada que ver, que era «una mina» que acababa de conocer y que la soltaran.
A Adriana se le llenan los ojos de lágrimas cuando lo recuerda. Pedro Galeano fue brutalmente torturado, al punto que las autoridades de la Unidad Penal 3 de Rosario se negaron a recibirlo con las lesiones sufridas, y la patota de Feced decidió asesinarlo. (Sonia Tesa, Pagina 12)
“El más torturado de todos era un tal Galeano no podía caminar y largaba un líquido amarillo por la boca, por la nariz y los oídos, estaba muy mal, lo lleva el dicente con otro compañero a bañarlo… al segundo o tercer día lo sacan a Galeano y se lo llevan…después a través de la visita de familiares saben que lo “mataron en un enfrentamiento.” (Rolando Omar Chávez. Causa Feced)
-
Anexo 14.7: CAIDA DE LA ESTRUCTURA DEL PRT EN ROSARIO
Ver PDF: CAIDA DE LA ESTRUCTURA DEL PRT EN ROSARIO
- Anexo 15: PINTADA EN LA PAZ Y CORRIENTES
7 de septiembre de 1976
En esa fecha se conmemoraba el «Día del Montonero», para lo cual la UES organiza una pintada, en Corrientes y La Paz. Participan: Horacio Dalmonego “Pollito”, “Manu”, AMARILLA, Ricardo “Negro” y ROSSI, Julio Cesar “Lalo”. Los dos primeros de campana y los otros dos pintando.
Cuando estaban comenzando la pintada, en horas de la madrugada, dobla un Falcon a toda velocidad por Paraguay y La Paz, sus ocupantes asoman con armas largas por las ventanillas. El que estaba de campana cruza la calle avisando y se tira bajo un camión estacionado. «Lalo» alcanza a arrojar la granada que tenía, los del Falcon se detienen y disparan, hiriendo a «Lalo» de muerte en el mismo lugar, mientras que Amarilla escapa hacia calle Entre Ríos donde es secuestrado y permanece desaparecido.
«Uno de los muchachos murió detrás de un árbol por la Paz, llevaron a la vecina de enfrente para que lo “identifique”, el otro corrió hasta calle Entre Ríos donde le dijeron que fue subido a un auto» (Testimonio de una vecina).
AMARILLA, Ricardo:
- Chaqueño, nacido el 3 de julio de 1957 en Resistencia.
- Era el tercero de cuatro hermanos.
- De estatura media y delgado.
- Sus tíos Guillermo y Rubén Amarilla eran militantes de la Juventud Universitaria Peronista (JUP) y Montoneros.
- Estudiante del Bachillerato Nº 9 en Resistencia, Chaco.
- Fundador de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) en dicha provincia.
- Corrido por la represión se mudó a Rosario. Primero vivió en un hotel y luego en la casa de un tío materno.
- Después de Muchos años su cuerpo fue identificado por el EAAF.
ROSSI, Julio Cesar
- Militante montonero de la UES.
- Nació el 10 de julio de 1957 en Campo Gallo, Santiago del Estero.
- Los padres, Normando Rossi y María Emilia Navarro, eran oriundos de General Pinedo (Chaco), pero fue en Campo Gallo donde nacieron sus hijos. Luego de la gran inundación, en 1968 la familia se trasladó a Resistencia.
- El padre, un reconocido militante de la Resistencia Peronista, trabajó en una empresa constructora y luego instaló una ladrillería en La Isla de Villa Río Negro.
- Realizó su ciclo primario en la escuela 169 de Villa Universidad y el secundario en el colegio Mc Lean, turno Noche.
- Se inició en la militancia a los 16 años en el Frente Estudiantil en el Colegio Mac Lean. Fue uno de los fundadores de la UES en Resistencia y estaba a cargo de la biblioteca y la hemeroteca.
- Su militancia no solo se desarrolló en el ámbito estudiantil con la UES, sino que también realizaba tareas comunitarias en el Barrio Santa Catalina.
- En Rosario se desempeñó como responsable de la UES zona centro.
- Anexo 16: ATENTADO MONTONERO A COLECTIVO POLICIAL
12 de septiembre de 1976
El 12 de septiembre de 1976, un micro que transportaba a 32 policías que venían de cumplir tareas adicionales en la cancha de Rosario Central sufrió un atentado explosivo. Según las crónicas de la época, una bomba instalada en el interior de un automóvil Citröen 2CV estacionado fue detonada a distancia en el instante en que el ómnibus pasaba a su lado, en la esquina de las calles Junín y Rawson.
Las víctimas mortales del atentado fueron los agentes de policía: Edgardo Ferri, Juan Domingo Matiasevich, Domingo Alfonso, Andrés Acosta, Carlos González, José Luis Boggino, Hugo Pellegrina, José María Gutiérrez y Darío Pietrani y los civiles Oscar Ledesma y su esposa Irene Dib.
«El domingo último poco antes de las 19hs. un artefacto explosivo de alto poder, colocado en un automóvil Citröen, en la intersección de las calles Junín y Rawson de Rosario, detonó en el momento en que pasaba junto a el un ómnibus policial. El estallido probablemente a control remoto, causo la muerte de nueve agentes y dejó gravemente heridos a otros dos, que fallecieron en la mañana de ayer. En el hecho perdió también la vida un matrimonio que accidentalmente pasaba por el lugar y resultaron heridas otras tres personas» (La Opinión).
«La operación me fue notificada en la casa de calle Ocampo 3491. Vivían allí Adriana (que no participó de la reunión) y Andrés.
El «Negro Felix, dejaría estacionado el Citröen rojo, modelo 3 CV nuevo, que había sido robado con anterioridad en la intersección de calles Dr. Rivas y Entre Ríos y dentro del mismo estaría colocada la carga explosiva.
El día sábado 11 de setiembre de 1976, un día antes del hecho, «Dante» dejó una camioneta marca Chevrolet de color blanco.
El día domingo 12 de setiembre de 1976, «Beto» mantiene un «control» con «Dante» a las 12 horas, ultimando los pormenores del hecho. A las 17.00 hs. «Beto» levanta la camioneta estacionada y se dirige a J. J. Paso y Alberdi a, los efectos de levantar a «Dante» quien ya había colocado, el Citröen con la carga explosiva en la intersección de las calles Rawson y Junín, por calle Rawson a 5 metros de calle Junín, estando el explosivo ubicado en el baúl del automotor.. Ambos se dirigen hacia la intersección de las calles Falucho entre Junín y Silvetti donde sube a la camioneta «Marcos», con un bolsito donde llevaba el explosor que consistía en una cajita de 15 x 10 x 5 cm, de color oscuro con una manijita de chapa.
Nos dirigimos hacia Pje. Corvalán entre Rawson y Falucho, lugar donde se encontraba esperando el «Negro» con el armamento dentro de un bolso marinero de color blanco de grandes dimensiones, llevando adentro del mismo un fusil FN Garand, calibre 7.62 mm, y en la otra mano un bolso chico conteniendo una pistola de calibre grande, un calibre 38 largo y tres granadas SFM 4 de fabricación Montoneros. Se reparten las armas de la siguiente manera: «Dante» el fusil y dos granadas, Marcos la pistola y una granada y a «Beto» el revolver calibre 38 largo con una carga completa. El «Negro» queda en el lugar y luego se retira; desde allí continúan hasta Vélez Sarsfield y Rawson, lugar éste donde se baja Marcos con el bolsito con el explosor. Luego «Beto» y «Dante» se dirigen a Pje. Silvetti y Rawson, donde queda la camioneta estacionada con «Beto» al volante y «Dante» con el fusil y dos granadas, apostado en la parte trasera del vehículo, con la camioneta en dirección oeste.
Luego de unos cuatros minutos de espera, escuchan la explosión, para tras ello ver correr hacia la camioneta a Marcos y subir a la misma en la parte delantera. Del lugar se dirigen por Pje. Silvetti hasta llegar a Falucho por ésta hacia el norte hasta llegar a V. Sarfield, siguen hacia el oeste hasta alcanzar Pje. Antoniadis, por él hasta calle Plaza (Testimonio de un militante montonero).
«Venían por Alberdi, tomaron Gorriti, luego una transversal, y al intentar tomar Rawson escucho una detonación que creo fue en la parte media del rodado. Reventaron las cubiertas, perdió el control, fue a dar contra un árbol, queda herido en la pierna derecha. Al intentar socorrer a uno de sus compañeros recibió dos tiros. Vió a una persona joven, con un fusil FAL, vestía de pantalón color beige, subir a otro vehículo» (Eduardo Pedro Ferraro, pasajero del colectivo).
- Anexo 17: MASACRE DE LOS SURGENTES
17 de octubre de 1976
Siete jóvenes fueron secuestrados-desaparecidos y llevados al CCD El Pozo en la Jefatura de Rosario y sacados por personal policial y llevados a la localidad cordobesa de Los Surgentes, donde fueron acribillados en un camino rural.
Las víctimas del caso conocido con el nombre del lugar de la matanza fueron Cristina Costanzo, María Cristina Márquez, Analía Murguiondo, Daniel Oscar Barjacoba, Sergio Abdo Jalil, Eduardo Felipe Laus y José Antonio Oyarzábal (Ver Protagonistas).
«CERCA DE LOS SURGENTES HALLAN SIETE CADÁVERES
Los Surgentes: El domingo anterior, vecinos que transitaban por una calle de tierra que limita la jurisdicción de Cruz Alta con la de Los Surgentes descubrieron los cuerpos sin vida de siete personas. Todos ellos habrían sido ultimados a tiros y según se estableció, tres de los occisos eran mujeres y los cuatro restantes, varones. Sus edades oscilan entre los 17 y los 26 años, habiéndose iniciado actuaciones policiales para su identificación” (La Capital, 22/10/76).
Veamos ahora como sucedieron los hechos que desembocaron en esa tragedia-
Episodio 1: El 2 de Octubre en el balneario de San Nicolas son rodeados y luego secuestrados Daniel BARJACOBA y Cristina MARQUEZ. Herido Daniel de varios balazos son trasladados días despues al Servicio de Informaciones de Rosario y torturados.
BARJACOBA, Daniel Oscar
- Responsable de la agrupación del SWIFT de JTP (Juventud Trabajadora Peronista), frente sindical de MONTONEROS.
- Hijo del contador general del Frigorífico Swift y de Elena de Capisano.
- Con su primera pareja, Analía María MURGIONDO, con quien tiene un hijo, llega a Rosario proveniente de Mar del Plata en el año 1975.
- Se separa y forma pareja con Cristina MÁRQUEZ, con quien vive en calle Sgto. Cabral en Rosario y luego se trasladan ambos a San Nicolás.
MÁRQUEZ, María Cristina
- Militante Montonera de la JP.
- Nació el 25.12.1954.
- Cursó en la escuela primaria Nº 77 “Pedro Goyena”.
- Secundaria: Normal 2 y Gral. Urquiza.
- Vivía junto a su familia en Cafferata y Tucumán. Solía frecuentar el CLUB ROSARINOS ESTUDIANTIL.
- Comenzó a militar en la JP en Villa Banana de Rosario en 1974. Luego pasó al frente sindical, trabajando en el frigorífico Swift.
- Compañera de Daniel BARJACOBA.
- Vivían en la cortada Sargento Cabral Nro. 77 de Rosario. Allí les explota el detonador de una bomba que estaban preparando y tienen que escaparse a San Nicolás.
Episodio 2: Entre el día 12 y 13 son secuestrados LAUS, OYARZABAL Y Gustavo PICOLO y llevados tambien al Servicio de Informaciones en la Jefatura de Rosario (Dorrego y San Lorenzo).
OYARZABAL, José Antonio
- “Ciruja”, “Vasco”.
- Militante Montonero de la Juventud Universitaria Peronista (JUP).
- Nacido el 20/02/1954 en Rosario.
- Estudió la secundaria en el Colegio Sagrado Corazón de Rosario. Posteriormente ingresó a la Facultad de Derecho.
- Tenía 22 años.
LAUS, Eduardo Felipe
- “Laucha”.
- Militante montonero de la JUP.
- Nacido el 02/04/1952 en Rosario.
- Cursó en la escuelas primarias 103 y 55. El secundario en la Escuela Superior de Comercio. En 1970 ingresa a la Facultad de Derecho de la UNR.
Episodio 3: El día 14 mientras realizaban un control en calle Matienzo y Montevideo de Rosario, son secuestrados CRISTINA CONSTANZO y Carlos Perez Rizzo.
CONSTANZO, Cristina
- “La Petisa”.
- Militante de Montoneros.
- Nacida el 12/08/1951 en Rosario.
- Estudió en el Colegio Americano y en la Escuela Superior de Comercio.
- Ingresó a la Facultad de Ciencias Económicas y trabajaba en el negocio de su padre.
- Fue secuestrada en Rosario, el 13 de octubre de 1976, en Matienzo y Ocampo. Llevada al CCD “El Pozo”. Tenía 25 años.
A la madrugada el ejército intenta ingresar al departamento de calle Vera Mújica y 9 de Julio, pero encuentran gran resistencia. Toda la manzana esta rodeada. En la casa vivian Cristina Constanzo, Analia Murgiondo, Gianoglio y se encontraba Miguel Bustos. La primera había sido detenida por la mañana.
“Un intenso y prolongado tiroteo se registró en horas de la madrugada de ayer en la zona que tiene su epicentro en la intersección de Vera Mújica y 9 de Julio. En dicho sector fue dable observar la presencia de personal militar, que habría realizado un operativo en las inmediaciones. A la mañana de ayer todavía efectivos militares montaban guardia en el citado lugar.” (La Capital, 16 de octubre de 1976. pág. 18)
MURGIONDO, Analía María
- “Petisa Carmen”.
- Militante montonera de la JUP.
- Nació en Capital Federal, pero vivió en Mar del Plata donde dio apoyo escolar en el barrio “El Martillo” durante el secundario. Al terminar el mismo inició la carrera de bibliotecaria, y luego de recibida ingresó en Psicología.
- Se casó con Daniel Barjacoba, con quien tuvo una hija, María. Luego se trasladan a Rosario. Allí se separan y forman nuevas parejas.
- Secuestrada a la edad de 21 años en su casa de Vera Mújica y 9 de Julio. Su hija es dejada a cargo de unos vecinos.
Analía coloca a su bebé en la bañera y la tapa. Bustos y Gianoglio alcanzan a subir a la terraza en el segundo piso, Analía se demora y es detenida.
BUSTOS es el primero que salta sobre un techo mas bajo, entra en un galpón, pone en marcha un camión y sale por calle Crespo (en la calle opuesta de la manzana) logrando escapar.
Gianoglio espera por Analía, pero los que suben a la terraza son los policías, hiere a uno y salta por el mismo lugar, cayendo herido en el patio de una casa lindera por Vera Mújica.
ROSARIO.- Se confirmó que en el hecho ocurrido en la calle 9 de julio al 3400, el jueves, se detuvo a dos mujeres, al tiempo que lograban huir dos hombres que las acompañaban. Estos eludieron el cerco militar y policial tendido en la zona, saltando desde un departamento ubicado en un piso alto, al techo de un galpón. Cuando escapaban utilizaron granadas y armas de fuego y así hirieron a tres funcionarios de la policía provincial. (La Opinión)
Los militares revisan casa por casa, entran en la lindera, en una peluquería, revisan toda la casa. Por casualidad o no, el militar que va al patio no ve al Gianoglio y se van. A la mañana siguiente el dueño de la peluquería y su hija lo encuentran en el patio, le curan las heridas y lo ayudan a salir de la casa.
“En la casa vivían regularmente dos chicas y un muchacho. Una de ellas tenía una bebé gordita y rubia. Esa noche un familiar salió y ya por Av. Francia estaba rodeado por el ejército. Le dijeron “A vos ya te conocemos, salí y no podes volver”. Al rato se inició un tiroteo que duró mucho tiempo. Desde la casa arrojaron granadas, ella no vio a nadie, pero le dijeron que dos muchachos habían escapado por los fondos y salido por calle Crespo. Revisaron toda la manzana casa por casa. Alrededor de las 05 o 06 horas por la terraza un hombre del operativo le entregó la bebita a mi madre y le preguntaron qué pasaba con la madre y contesto “la madre es una terrorista no la va a ver nunca más”. Estuvieron cuidando a la nena hasta las 10 horas en que la vinieron a buscar nuevamente los policías” (Testimonio de una vecina -La niña será recuperada por su abuela varios meses después-).
“Yo vivía al lado de un deposito abandonado y escuché el tiroteo toda la noche. En el depósito había un camión que usaron los que escaparon (no recuerda si uno o dos). Lo pusieron en marcha, rompieron el portón, salieron por Crespo en contramano y doblaron por 3 de Febrero en donde había efectivos del ejército, pero no les dispararon” (Testimonio de otra vecina).
“Vi en la vereda a una de las chicas esposada en la espalda. Había manchas de sangre en las puertas y las paredes» (Testimonio de una tercera vecina).
“A las 5 horas sentimos un ruido en el patio (es un patio chico), inmediatamente entró el ejercito a mi casa, revisaron todas las piezas, un militar fue al patio, volvió y dijo “no hay nadie”. Cuando se fueron cerramos todas las puertas, incluida la del patio.
Después de las 9 de la mañana, cuando ya había gente en la peluquería, abrimos la puerta del patio y encontramos a un muchacho. Las clientas fueron a comprar alcohol y vendas y mi hermana lo curó, al otro día lo acompañó y lo salvó.
¿Por qué lo hizo?
Porque entre la vida y la muerte priorizo siempre la vida. Mi padre era de la mafia y asesinó a una persona. Yo me avergoncé de ello y me cambie el apellido, pero me dejó marcado para toda la vida”. (Testimonio de un vecino)
«Había sido militante. Se conocía con la “Gorda” Constanzo. A las 16 hs. aproximadamente sale de su departamento. Dos tipos muy fatosos que habían estacionado su auto en Av. Francia estaban mirando hacia arriba del edificio. A la madrugada el tiroteo fue terrible, ellos se tiraron cuerpo a tierra, varios disparos pegaron en su departamento, como a las 5 de la mañana un oficial les aviso que ya podían salir» (Testimonio de Fernando Milito, quien vivía en el piso de abajo).
Epilsodio 4:
Secuestro en Juan José Paso y Bolivia:
Sergio Jalil fue a hacer el control con Estela MIGUEL. En Juan José Paso y Bolivia había ya otros compañeros. Llegó la policía, todos corrieron. Estela entró en una casa, pero decidió salir porque había chicos en ella, a mitad de cuadra una bala le dio en el hombro, cayó y fue ultimada en el suelo. Mientras tanto JALIL atravesó un terreno baldío y fue detenido después de ser herido en Juan José Paso y República.
«Habrían sido abatidos dos extremistas”.
“Poco antes de las 18 de la víspera se produjo un tiroteo en la zona de Provincias Unidas y Juan José Paso. Según las referencias obtenidas, efectivos del Ejército sostuvieron un enfrentamiento con elementos extremistas, dos de los cuales habrían sido abatidos. Hasta anoche no hubo información oficial al respecto.” (La Capital, 16 de octubre de 1976, pág. 18)
MIGUEL, Estela
- “Lala”.
- Militante montonera.
- Responsable de zona noroeste.
- Nacida el 13.08.1944.
- Compañera de Enrique “Quique” Juárez, miembro de la conducción nacional de la JTP.
- Abatida en Rosario a los 32 años, cuando va a una cita. Trata de ser advertida de la trampa por un compañero, Sergio Jalil.
JALIL, Sergio Abdo
- «Turco».
Militante montonero. - Rosarino, nacido el 6 de febrero de 1956.
- La primaria y secundaria la hizo en la “Dante Alighieri”.
- Se recibió de Agrónomo General en la Escuela Agrotécnica de Casilda y trabajaba como ayudante veterinario en la zona rural.
Informe de Inteligencia Diario Nº 3156, 21 de Octubre de 1976
Memo 1: Rosario, 18/10/76, a las 15,30 hs, una comisión Policial encabezada por el Sr. Jefe de la URII Comandante Mayor de Gendarmería (RE) Agustín Feced, patrullaba distintos sectores de la ciudad, al llegar a la altura del número 6900 de la arteria Juan José Paso, notaron la presencia de dos masculinos y un femenino que se encontraban en la proximidad de un refugio de pasajeros,…. el femenino se parapetó en un inmueble sito a unos 100 metros de J. J. Paso esgrimiendo un arma de fuego automática con la que agrede al personal policial. Es alcanzada por los disparos que le producen la muerte en forma inmediata, entre sus ropas se secuestro Libreta Cívica Nº 4.886.362 a nombre de ESTELA MIGUEL. NG: «LALA» Oficial Montoneros, Zona Territorial Sub-Zona Oeste, los masculinos logran escapar.
22/10 ROSARIO.- El Comando del II Cpo. de Ejército, de Rosario, informó mediante otro comunicado que una mujer que haciendo uso de arma de fuego se resistió al control e identificación en la vía pública, resultó muerta por efectivos militares. Fue Identificada como Estela Miguel (a) «Lala», activa dirigente de la organización Montoneros. (La Opinión)
El día 17, 7 de los detenidos, en un estado físico desesperante, son sacados del Servicio de Informaciones, luego de ser arengados por Feced, y llevados a la localidad de Los Surgentes donde los fusilaron.
«Una noche, la noche del 16 de octubre del ’76, comenzó en todo el Servicio de Informaciones un gran revuelo distinto del normal, digamos, lo normal de ahí eran los gritos, los portazos, los gritos de la gente que estaban torturando y en ese momento hubo un cambio, había un ambiente de histeria muy grande preguntándonos quiénes éramos nosotros, tocándonos confirmando nuestros nombres, fuimos esposados a las espaldas. Hasta ese momento no habíamos estado esposados, acostados en el piso, en una habitación distinta de la que me encontraba en ese momento que tenía una especie de «hallcito” semicircular, digamos, era bastante rara la edificación ahí porque era con paredes redondas en medio de un pasillo y allí, bueno tuve palabras con Sergio JALIL, escuché cuando le preguntaban el nombre a Cristina MARQUEZ, con BARJACOBA, tuve palabras también, otros de los muchachos con los que estuve, y fuimos puestos en el piso. Los fueron levantando de a uno a estos chicos y luego no supe más nada de ellos, hasta que en el año ’83, fines del ‘83 encontrándome en el Penal de Rawson, leo en el diario Clarín que el Sr. juez federal de Córdoba, el Dr. FERRER, había realizado unas exhumaciones donde se encontrarían los cuerpos de MÁRQUEZ, de MURGIONDO, de OYARZABAL, entonces, con otro muchacho detenido (PEREZ RIZZO), estuvimos juntos en ese momento cuando se los llevaban, y dirigimos una nota al Sr. Juez Federal, diciéndole que entre esos cuerpos, probablemente también estuviera el de Sergio JALIL, que no figuraba en ese momento en la noticia periodística, dado que ellos habían estado con nosotros ahí y habían sido sacados en el mismo momento» (Testimonio de PICOLO en el Juicio a las Juntas).
- Anexo 18: COMBATE DE CALLE ENTRE RÍOS
23 de octubre de 1976
A una cuadra de donde existiera la Unidad Básica Brandazza, en Entre Ríos al 6000, funcionaba la casa de documentación de Montoneros. La casa fue rodeada por los efectivos militares resistiendo los ocupantes hasta que se desmoronó el techo de una pieza. Al finalizar el tiroteo fueron encontrados los cuerpos de RACAGNI y CRAVERO, pero el testimonio de una vecina nos hace suponer que el cuerpo de CRAVERO fue traído de otro lado y arrojado dentro de la casa una vez finalizado el tiroteo.
Por otro lado RIBABELLA ya había sido detenido por la mañana (según testimonio de un militante montonero que lo escucho ese día en el CCD «el Pozo») y su cuerpo aparecerá acribillado en un enfrentamiento fraguado por el ejército en el lugar conocido como «La Mandarina» en el sur de Rosario.
Comunicado del Ejercito
«En la ciudad de Rosario, siendo las 21 del día 21 de octubre fue allanado el domicilio de calle Entre Ríos 6012. Durante el enfrentamiento con sus ocupantes, se produjo una explosión en el interior de la vivienda a consecuencia de la cual fallecieron Juan José Martínez (alias Manuel), domiciliado en Rioja 2330 de la ciudad de San Lorenzo y Edith Ana Cravero (alias Colorada o Inés) con domicilio en la calle San Lorenzo 3042 de la ciudad de Santa Fe.
Ambos pertenecían a la organización declarada ilegal en 1975 y cumplían fines logísticos. En el lugar del hecho se secuestró el siguiente material: Hojas de DNI en blanco, listas para su compaginación y utilización para extender documentos falsos, sellos utilizados en los registros civiles para el sello de los documentos, sellos aclaratorios de firmas de jefes de oficinas enroladoras para el mismo fin, planchas para verificar la reimpresión de documentos falsificados, una prensa de imprenta, una guillotina, una máquina perforadora de Nº de DNI, gran cantidad de DNI, cédulas de la policía federal argentina falsificadas, matrices para confección de chapas patentes para automotores, panfletos de la organización, sistemas de ignición eléctrica para artefactos explosivos, un kilo de amonita, seis granadas SFM 4, un fusil FM Garand calibre 7,62 mm, material manuscrito que evidencia chequeos antipatronales y empleados policiales, un rifle Winchester calibre 44 mm (roto por la fuerza de la explosión)».
- Anexo 19: ENFRENTAMIENTO JOSÉ INGENIEROS Y ALBERDI
15 de diciembre de 1976
En el bar de José Ingenieros y Alberdi, son sorprendidos Raúl García y Nora Larrosa, ambos militantes montoneros de la Secretaría de Prensa.
Policía de la Seccional 9ª estaban en el mismo bar desde hacía tiempo y dos de ellos se acercaron a la mesa donde se encontraban los militantes.
García rompe el vidrio y logra escapar, corre una cuadra por Alberdi perseguido por la policía, llega a calle Reconquista, entra en un negocio de productos de limpieza, donde queda encerrado ya que no tenía salida por la parte trasera, en ese lugar es acribillado.
Nora Larrosa es llevada al CCD el Pozo y después de ser torturada es sacada con vida y llevada a Ibarlucea donde la fusilan junto a otros militantes.
«Había entrado con sus hijo en brazos. Había una mesa donde estaban policías de civil de la seccional 9, habían estado toda la mañana como esperando algo. Entró al bar primero un hombre (Raúl) con un maletín, se sentó por José Ingenieros junto a la ventana, cuando entró la chica (Nora) llegó otra persona a la mesa de los policías y de allí fueron 2 y se pararon junto a los dos muchachos, el hombre rompió el vidrio y salio corriendo por Alberdi, al mismo tiempo de la mesa de los policías disparaban, por lo que tuvo que tirarle el niño al mozo que estaba detrás de la barra. La chica fue arrojada al piso y arrastrada hasta la vereda, donde había subido una renoleta, le golpearon la cabeza contra el suelo y sangrando la subieron a la camioneta» (Testimonio de una mujer que estaba en el bar).
Otros testigos coinciden con este testimonio, pero en lugar de una renoleta señalan que había un vehículo mas grande. Agregan que en el bar queda otro muchacho herido que no tiene nada que ver con el hecho.
GARCÍA, Raúl Héctor
“No nos vamos a dejar marginar aún más por no saber leer y escribir”
- Militante montonero de la Secretaría de Prensa.
- Nació el 17 de diciembre de 1946.
- Hizo hasta 3er. año en el Liceo Militar.
- Se recibió de Maestro Normal Nacional en el Normal 3.
- Trabajó como maestro alfabetizador en la Escuela Nº 100 de Rosario.
- Introdujo las lecturas de Paulo Freire en el Sindicato de Trabajadores de la Educación Rosario (SINTER).
- Fue miembro de la Comisión Directiva de ese sindicato. También era antropólogo.
- Participó de la Comisión Rectora que elaboró los principios de CTERA, en Huerta Grande.
- Docente en la Dirección de Alfabetizadores en la Escuela Nocturna de Pueblo Nuevo.
- En su viaje a Europa pudo entablar contactos con jóvenes de las iglesias evangélicas cristianas que lo vincularon con un proyecto internacional de apoyo a iniciativas educativos en América Latina, ULAJE. Fue así como se consiguió la financiación para los materiales de la escuela.
- La tarea se extendió también al barrio Cabín 9 donde, entre otras metas, se propusieron comenzar a alfabetizar. Así, con ayuda de los hermanos Gauseño (ver Protagonistas, pág. ), levantaron una casilla cerca de las vías.
- Ese fue el puntapié para que en 1975 vecinos y jóvenes, con García llevando la iniciativa, abrieran las puertas de lo que es hoy la Escuela Primaria 1209 “Provincia de Chaco“, de Cabín 9. Sólo contaba con tres aulas en ese momento.
- Tambien, junto con el financiamiento de las iglesias evangélicas cristianas y un grupo de profesionales, participó del Centro de Estudios Nacionales que sobrevivió casi toda la dictadura en plena calle Córdoba sobre el café “Sorocabana“.
- Compañero de Nélida “Tati “ RUEGER con quien tuvo una hija, Paula.
- Fue fusilado a quemarropa en la vía pública el 15 de diciembre de 1976.
- En su homenaje, desde el 12 de diciembre de 2012, una escuela secundaria de adultos de Cabín 9 lleva su nombre.
Un compañero recuerda que, sin estar él comprometido orgánicamente en Montoneros ayudó muchas veces a su amigo García:
“Con Raúl aprendí el uso de granadas, el pensamiento marxista, a leer ‘Tonadas para usar’ a confiar en él y él en mí (…) y seguimos peleando, ya sea en plena calle con un Citröen lleno de fusiles y la rueda pinchada, o cruzando una ‘manga’ (‘pinza’) de milícos llevando en un taxi material de lectura para oficiales montoneros. Raúl apostó su vida, supongo que eso es lo que trasciende”.
- Anexo 20: MASACRE DE IBARLUCEA
19 de diciembre de 1976
Aparecen muertos frente a la Comisaría de Ibarlucea, seis personas con la escusa que pretendían copar la comisaría.
Lo real es que todos estaban detenidos varios días antes en el CCD El Pozo, de donde fueron sacados y llevados al lugar.
El informe policial manifiesta lo siguiente:
«Respuesta: luego del enfrentamiento se encuentran frente al local de la Subcomisaría 17, dos cadáveres masculinos, uno de sexo femenino; mientras que por detrás de la comisaría se hallan tres individuos más, con sus armas. De allí los conducen a la morgue del Hospital Municipal Central, se sacan impresiones dactilares cotejadas que dieron las identidades:
1) Rodolfo Raúl SEGARRA, argentino, clase 57, NG “Hueso”, jerarquía miliciano, activista en la sección Prensa, área “agitación y propaganda” de O.P.M.
2) Horacio Humberto MELLELI, argentino, clase 53, NG “Gallego”, miliciano, activista del bloque sindical de Montoneros, área gremio Metalúrgico.
3) Alberto Cristian AZAM, argentino, clase 56, NG “el turquito”, soldado, de la estructura militar, zona Noroeste.
4) Nora Elma LARROSA, argentina, clase 50, NG “Leonor”, con jerarquía aspirante (U.B.A), activista de la sección prensa, en el área Agitación y propaganda.
5) Luis Alberto GRAFF, argentino, L.E 1.925.129, NG “Joaquín”, o “chaqueño”, jerarquía de oficial, activista en la estructura militar, zona Norte de Montoneros, teniendo a su cargo al pelotón de combate “Alberto Gerardo Gaset”.
6) Oscar Maximiliano AGUIRRE, argentino, NG “Pedro”, jerarquía aspirante (U.B.A.C), activista en la estructura militar, zona Norte de Montoneros, teniendo a su cargo un pelotón de combate denominado “Juan Sebastián Hernández Larguía”.
Dice el diario La capital del día 05 de octubre de 2003:
«La masacre ocurrió el 18 de diciembre de 1976. Seis jóvenes militantes políticos fueron asesinados en Ibarlucea por un grupo de policías rosarinos, a las órdenes directas de Feced. Las víctimas fueron Nora Elma Larrosa, Rodolfo Raúl Segarra, Horacio Humberto Melelli, Alberto Cristian Azam, Segundo Severino Núñez y Carlos Maximiliano Aguirre.
La ejecución fue encubierta como un tiroteo en esa localidad cercana a Rosario, según el informe de prensa que distribuyó el II Cuerpo. No obstante, dos días después otro comunicado del Ejército aseguró que las víctimas habían intentado copar la subcomisaría de Ibarlucea. Los seis militantes habían sido secuestrados en los días anteriores en diferentes operativos y llevados al centro clandestino de la ex Jefatura.
El asesinato múltiple, disfrazado de enfrentamiento, también fue constatado por el agente de la policía Carlos Pedro Dawydowycz, quien trabajaba en el mantenimientos de los vehículos que utilizaba el Servicio de Informaciones.
Según la declaración del policía, los seis militantes fueron sacados de la ex Jefatura con el pretexto de que serían trasladados a Coronda. Pero al llegar a Ibarlucea los hacen descender a unos 150 metros de la comisaría y los acribillan a balazos. El propio Feced ametralló el frente del edificio para hacer creer que se trató de un intento de copamiento de la seccional».
- Anexo 21: ENFRENTAMIENTO BALCARCE 742, 8vo piso D
31 de diciembre de 1976
Fuerzas represivas cercaron en el edificio de calle Balcarce 742 de Rosario y mataron a cinco militantes de la Juventud Trabajadora Peronista (frente sindical de Montoneros): Claudia Omar, Ana María Drago, María Cristina Lucchesi, Ovaldo Linnner y Daniel Hugo Cambas. El único sobreviviente fue Cristian Horton, hijo de María Luchessi.
Después de un largo enfrentamiento que fue escuchado en toda la ciudad dos hombres murieron en el departamento y las mujeres se arrojaron al vacío, prefiriendo esa muerte a ser atrapadas y torturadas.
«Con mi hermana [Claudia Omar] no nos habíamos visto desde la noche del 24, por cuestiones de seguridad, según habíamos quedado. Así que el 1º de enero vine a visitarla sin tener idea de lo que había pasado, y me detuvieron.
[…] Había un policía de civil que me preguntó donde iba y cuando le dije al octavo D, desenfundó su arma, me sacó afuera y estuvo apuntándome hasta que vino a buscarle un celular. Terminé detenido dos meses en el Servicio de Informaciones, hasta que después de interrogarme, sin torturas, entendieron que no tenía nada que ver con el tema. En verdad tuve suerte porque era el 1º de enero y no estaba la patota completa, solo Feced, ante quien me llevaron tabicado» (recuerda Gabriel ante Rosario/12).
Lo cierto es que Gabriel conoce bien ese departamento del 8º piso de Balcarce 742 porque fue él mismo quien firmó el contrato de alquiler. «Venía y jugaba con Cristian (Horton), tenía una buena relación con él, pasaba a verlo después del trabajo. Salvo esos días en que mi hermana me pedía que no lo hiciera. Por eso me llamó la atención los dos hombres que fueron muertos en el departamento, porque no vivían acá. Originalmente lo alquilé en setiembre de 1976 para Teresa y Claudia, después se sumó Cristina y Cristian, que venían huyendo de casa en casa. […] La mataron embarazada de 8 meses y medio el 31 de diciembre de 1976″.
«Durante el tiroteo en el edificio ubicado en Balcarce 742 los subversivos arrojaron a un niño desde el octavo piso a tierra, presuntivamente hijo de una de las terroristas allí domiciliadas, al que envolvieron en un colchón para tratar de atenuar los efectos del golpe. El niño habría sido rescatado por los efectivos y hospitalizado de inmediato para salvar su vida» (Esta es la crónica que el diario La Capital publicó días después del 31 de diciembre de 1976).
«Me acuerdo de los muchachos cubriéndose y sus manos manchadas de sangre. Me acuerdo que levantaban los colchones para hacer trincheras, y me acuerdo que me habían metido contra una pared donde había como dos columnas para estar cubierto porque las balas venían desde todas las ventanas, entraban por todos lados, había policías en los dos edificios linderos. Mucho estruendo y mucho humo por el gas lacrimógeno, me acuerdo los insultos y las puteadas como ‘milicos hijos de puta’. Hasta que en un momento me hieren y uno de los muchachos pide la voz de alto el fuego, porque yo estaba herido, me había pegado una esquirla de granada en la panza, en el pecho y en la pierna. Yo tenía cinco años. Los muchachos me agarran con sábanas, me envuelven y tratan de ajustarme para que no pierda sangre, y la policía por un instante para de tirar, y cumplen el alto el fuego. Así que salgo caminando por la escalera y me agarra una señora que vivía en uno de los departamentos de abajo, que tenía un perrito chico lanudo blanco y me mete debajo de una cama, hasta cuando terminó todo. Ahí me suben a un jeep que tenía la policía color celeste, y me llevan al Hospital de Niños. Me acuerdo que era un día de lluvia, nublado» (Testimonio de Cristian Horton, el niño de 5 años que sobrevivió).
- Anexo 22: Enfrentamiento en Barrio Gráfico.
2 de enero de 1977
El hecho sucedió en la Calle 2 y Agustín Magaldi a las 17 horas.
Se encontraban en el lugar Leonardo BETTANIN, María Inés LUCHETTI de BETTANIN y sus dos hijos, además Cristina BETTANIN, Jaime COLMENARES, Alba FERRARO DE BETTANIN (madre de Leonardo y Cristina), Juan Roque MAGGIO y su hija y Clotilde TOZZI y su hija.
La casa es rodeada por efectivos policiales y del ejército. Alba que está despierta los ve y alerta a Colmenares, quien al salir es apresado. Se inicia un enfrentamiento, Alba, los niños, su hija Cristina y su nuera María Inés salen por la parte trasera para entregarse y son detenidos, mientras que Leonardo es abatido al salir. Dentro de la casa se encuentran los cuerpos sin vida de Maggio y Tozzi.
Cristina Bettanín muere antes de ser llevada al camión policial.
Colmenares es llevado al CCD «El Pozo» donde es torturado y quemado, sobrevive y es trasladado a la ESMA según algunas versiones. Permanece desaparecido.
María Inés Luchetti, embarazada de 9 meses, Alba y los niños son llevados al CCD “El Pozo”.
Hubo un operativo antisubversivo en el barrio Gráfico
Desde las 17.30 hasta aproximadamente las 19.30, de la víspera, hubo un operativo antisubversivo en un sector del barrio Gráfico, en la zona oeste de la ciudad. Efectivos del Ejército y de los organismos de seguridad se desplazaron en distintos vehículos hasta ocupar sitios estratégicos en relación con una finca de calle Nro 2, al 600, a menos de 100 metros de Avenida Los Gráficos. En dicha casa vivían, desde hace un mes, una pareja de jóvenes, con dos hijas de 5 a 6 años de edad, aproximadamente. Se desconocían los medios de vida de la familia.
Después de casi dos horas de tiroteo se advirtió que en la vivienda ingresaron los efectivos y, según una versión, se habría retirado a dos personas heridas o muertas. También se habría detenido a un sujeto y a la mujer (La Capital, 03/01/1977).
TESTIMONIO DE MARIA INES LUCHETTI
“Acabábamos de festejar el Fin de Año en Familia. La Policía ordena que salgamos de la casa, cosa que realizamos inmediatamente mi suegra, mi cuñada y yo con las cuatro criaturas. La Policía nos mantiene en el jardín y desde allí vemos como fusilan a mi marido en el momento en que él salía de la casa. Como las criaturas comenzaron a llorar por el ruido de los disparos, nos obligan a saltar un muro de 2 metros hacia la casa vecina. Allí agoniza mi cuñada Cristina. Con ella moribunda nos hacen subir a un carro de asalto y nos conducen a la Comisaría de Fisherton, ubicada en la intersección de las calle Córdoba y Wilde.
Al llegar a la Comisaría y delante de todas nosotras, tiran sobre el suelo el cuerpo de mi cuñada ya fallecida y nos hacen pasar al despacho del Comisario. Mientras esperábamos vimos por la ventana que personal policial traía la motocicleta de mi marido la que es reconocida por mi hija Mariana, produciéndole una crisis de llanto.
Alrededor de las 20,30 horas se presenta ante nosotras el Jefe de Policía, Comandante de Gendarmería Agustín Feced. Comienza a interrogarme. Como mis respuestas no le satisfacían me amenaza con continuar el interrogatorio en la picana eléctrica.
Permanecimos en la Comisaría hasta las 22 horas, hora en que nos llevan en dos patrulleros hasta una comisaría de Policía de Menores. No sé el nombre de la calle en la que está ubicada, pero es una casa de altos ya que debimos subir una escalera. Allí nos obligaron a dejar a las niñas y la celadora Norma Lombardo nos prohíbe despedirnos de ellas.
A partir de ese momento nos separan a mi suegra y a mí. Nos encontraríamos cinco días después en el Servicio de Informaciones de la Jefatura de Policía. Días después mis hijas fueron entregadas a mis padres, bajo cuya custodia estuvieron hasta el 11 de noviembre de 1977.
Me introdujeron a golpes dentro de un patrullero, me vendaron los ojos y me tiraron en el piso del auto. Durante el trayecto un oficial mantiene su arma sobre mi cabeza, amenazándome continuamente con disparar.
El Dr. Carlos Sylvestre Begnis ordena mi inmediato traslado a un hospital. Siendo aproximadamente las 23 horas del día 15 de enero soy trasladada en un coche particular por el Sr. Lofiego y el oficial “Managua” a la asistencia pública de Rosario. Una vez allí soy revisada por un médico e internada en una habitación que ellos llamaban de “alto riesgo”. A partir de ese momento se hace cargo de mi custodia personal femenino. La celadora Estela Zarate procede a esposarme a la cama. Mi brazo izquierdo estaba esposado a los barrotes de la cama y así debía dormir. Durante la noche las esposas se cierran sobre mi mano y amanezco con el brazo violáceo pues mi circulación sanguínea se vio afectada por la presión de las esposas.
Durante el día no se me suministraron alimentos bajo la excusa de que no había traído conmigo utensilios como por ejemplo plato, cubiertos y vaso. Sólo me suministran una inyección de valium para que durmiese. La habitación de “alto riesgo” era custodiada por tres policías con armas largas.
El domingo 16 de enero a las 22 horas tengo mi primera contracción de parto y rompo la bolsa de agua. En ese momento no estaba la celadora. Yo comienzo a gritar y ante mi desesperación una enfermera trae un recipiente, que coloca debajo de mi cuerpo para que mi hija naciera allí dentro. Como la celadora no era localizada no podían sacarme las esposas. Minutos más tarde se presenta la celadora De Pilar y abre las esposas. Recién entonces aparece la partera quien ordena mi traslado a sala de partos. A las 22,30 horas nace mi hijita Cristina Inés Bettanín. El parto se efectúa ante la presencia de la celadora, de personal policial masculino, de la partera, una enfermera y un cocinero de la Asistencia Pública que pasaba por allí y decidió presenciar el espectáculo.
Inmediatamente después del parto soy conducida a la habitación y esposada nuevamente. En los días de internación sólo se me suministra un trozo de algodón (fueron dos días). Debido a las hemorragias propias del post-parto, constantemente debía ir al baño y lavar el único vestido que tenía y volver a ponérmelo mojado. No se permite que se me cambie la ropa de cama. Para mi hija me suministran 2 pañales, un par de mediecitas y una camisita de algodón.
El lunes 17 de enero se hace presente en la habitación una empleada del Registro Civil de la Asistencia Pública y ante mí inscribe a mi hija en el registro de nacimientos como Cristina Inés Luchetti.
El martes 18 de enero a las 18,30 horas soy trasladada al S.I. junto con mi hijita. Allí permanezco sin venda en los ojos y puedo ver el pasillo del S.I. lleno de detenidos vendados, tirados en el piso, algunos lastimados por golpes y torturas. (Causa Feced)
“Galtieri nos preguntó los nombres uno por uno. Cuando llegó mi turno hizo una perorata sobre su satisfacción de darme la libertad en nombre del Presidente Videla. Me aconsejó que recordara siempre los colores de nuestra bandera que “cubren el cielo de nuestra patria”. Que fuera a mi casa y ayudara a mi nuera a cuidar a sus hijas y para colmo de ironía, me pidió que olvidara todo lo que habría pasado y que no odiara al ejército. YO QUIERO HACER RESPONSABLE A GALTIERI DE LA DESTRUCCIÓN DE MI FAMILIA” (Testimonio de Juana Alba Ferraro de Bettanín).
MAGGIO, Juan Roque
- “Negro Julio”.
- Militante montonero
- Nacido el 29/8/1949 en el ascensor de la maternidad Pujato, casi sin que su madre tuviera dolores de parto. Tuvo dos hermanos mayores.
- Colegio primario: Normal de Santa Fe.
- Secundario: Colegio Nacional.
- En Córdoba hizo estudios de psicología.
- Fundador de la Agrupación Montoneros en Córdoba junto a Molina
- Cayó preso durante la dictadura de Lanusse y fue liberado el 25 de mayo de 1973.
- Fue esposo de María Adriana Esper con quien contrajo enlace en 1971 y con la que tuvo una hija, Paula, en junio de 1974.
- Ella murió el 29/1/1976. Ello motivó una sentida carta pública de Maggio en la revista “Evita Montonera”
- Cayó preso durante la dictadura de Lanusse y fue liberado el 25/5/1973.
- El 02/1/1977 muere al resistir su detención en la casa del barrio Gráfico de Rosario.
BETTANIN, Cristina
- Militante montonera.
- Casada con Jaime Colmenares Berrios.
- Hermana de Leonardo.
- Había nacido el 4/4/1947 en Capital Federal.
- Estudió en la Facultad de Filosofía y Letras a partir de 1972 y se incorporó de lleno a la militancia política en el peronismo revolucionario montonero.
- Trabajaba como reportera gráfica en la revista “El Descamisado” de la Juventud Peronista, en la revista “Ya” y en el diario montonero “Noticias”.
COLMENARES, Jaime José
- “Antonio”.
- Militante montonero.
- Nació el 17/10/1949, en la ciudad de Mérida, Venezuela.
- Durante un viaje a Argentina conoció a Cristina Bettanín con quien se casó. Primero vivieron en Venezuela, pero luego se fueron a vivir a Rosario (Argentina). Allí militaron en Montoneros, en Villa Jardín. En su casa funcionaba la imprenta del Evita Montonera.
- Trabajaba de reportero gráfico varios medios y el diario Noticias.
BETTANIN, Leonardo
- Militante montonero.
- Nació el 31/8/1945 en el barrio de Parque Patricios de capital.
- El primario y secundario lo cursó en el Colegio San Andrés de Olivos. En la facultad, luego de un breve paso por Arquitectura, recaló en Derecho y se recibió de abogado.
- Militó en las filas universitarias y juveniles del peronismo revolucionario.
- En 1973 es postulado como diputado nacional del Frente Justicialista de Liberación (FREJULI) y asume su cargo conjuntamente con los compañeros Zavala Rodríguez y Ortega Peña, luego de la renuncia de ocho jóvenes legisladores peronistas en marzo de 1974, disconformes con las reformas represivas sumadas al Código Penal.
- Además era periodista y trabajó para las revistas Confirmado, Primera Plana y El Descamisado. Casado con María Inés Luchetti.
TOSSI, Clotilde
- “Chiqui”, “Lola”.
- Militante montonera de la Secretaría Militar.
- Fue la primero compañera de Roald Montes, luego formó pareja con Livieres Bank “Archi”, con quien tuvo una hija, Barbara, en diciembre de 1975.
- Estudiaba en la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Rosario.
- Muere en un enfrentamiento en el barrio Gráfico (Calle 2 Nº 626 de Rosario), el 2/1/1977 a las 17.30 hs.
- Anexo 23: FUGA DE UN DETENIDO DEL CCD «EL POZO».
21 de enero de 1977
El 20 de enero de 1977, en un bar de Callao y Mendoza de la ciudad de Rosario, fueron detenido Hugo ELIAS, Mónica Cristina WOELFLIN y Silvia SOMOZA.
TESTIMONIO DE HUGO ELIAS:
«… Eran aproximadamente diez, doce hombres que nos tomaron… a mí me tomaron por atrás y a las chicas también, nos cubrieron inmediatamente la cabeza con nuestra propia ropa, nos golpearon en el bar con armas y nos introdujeron en dos coches, a mí en uno y a las chicas en otro […].
El coche inmediatamente arrancó, eso fue a las 2 de la tarde, me comienzan a pegar y a preguntar por un sobrenombre, si yo era ese, si era el “Lito”; yo contesté que mi nombre era el que estaba en mis documentos y siguieron pegándome. En el trayecto, que duró muy poco, me doy cuenta que vamos a ser trasladados a la Jefatura de Rosario por el trayecto que toman, e incluso por los comentarios del personal […].
Somos llevados al CCD «El Pozo», en Dorrego y San Lorenzo, donde hay cuatro personas más detenidas de la misma agrupación (OCPO): Nadia DORIA, Gladys HIRIBURU, Héctor FLUXA, todos miembros de la Corriente Universitaria por la Revolución Socialista, yo era presidente del Centro de Estudiantes del Comedor Universitario de Rosario y anteriormente mi casa había sido violentada y revisada por gente desconocida que aparentemente era de la Triple A en el 75.
Bueno, ahí nos prohíben hablar desde el auto mismo, y nos ponen la venda, estábamos todos vendados. Apenas llegamos salía Gladys de la tortura, se sentían otros gritos, aparentemente estaban en ese momento dedicados a ese grupo […].
Me interrogan, me llevan a mí, me desnudan, me ponen en el sillón directamente con la picana en todos lados del cuerpo, especialmente en los genitales; en ese momento me auscultaban, constantemente seguía vendado […].
Bueno, las preguntas aparentemente eran generales para todos, querían saber sobre la cuestión militar y sobre la propaganda, esos eran los dos temas fundamentales por los cuales íbamos al interrogatorio. No podíamos hablar mucho de todas maneras, porque estábamos constantemente controlados, seguíamos vendados y atadas las manos atrás […].
Hubo una recorrida del personal jerárquico… luego la picana sigue, yo digo que tengo un contacto y que lo tengo que ver al día siguiente, con la ilusión de que se pare la cuestión y se paró.
Me llevan con los otros compañeros, a la noche vienen varios a asustarnos, amenazarnos con el martillo de las armas, golpearnos, patearnos e incluso a mí… había una mujer entre los torturadores y dicen: “a ver, este que es tan”, le decían negra pero era rubia, “este que se hace el macho, a ver si te hace llorar una mina” y con una pinza me aprieta los testículos.
[…] Al día siguiente yo había dicho que a las 12 me tenía que encontrar con otra persona y no nos torturaron a la mañana, solamente nos golpearon un poco mientras pasaban a manera de diversión, salimos en dos coches.
[…] vamos a donde yo había dicho y bueno ahí me ponen unos anteojos, un gorrito y con las manos atadas. Esperamos un rato allí, no apareció nadie, no tenía porque aparecer nadie y volvimos. Cuando subimos la escaleras nuevamente me vendan, casi en la entrada, yo ahí estaba seguro que estaba en la Jefatura de Policía, el auto entra por el portón que da a calle San Lorenzo entre Dorrego y Moreno, entramos en una playa interna y había una escalerita que subía.
Cuando subíamos la escalera a medida que subíamos me pegaban la cabeza contra la pared diciéndome nos engañaste, nos jodiste, ahora vas a ver lo que te pasa, ahora te reventamos […].
Se van todos a comer, nosotros estábamos atados y vendados en esa habitación semicircular, sentados en el piso… circulaba una sola persona que venía de vez en cuando a vernos…. cuando venía me amartillaba la pistola en el oído, me amedrentaba y me aterrorizaba, esa era su función; yo más o menos calculé cual era la demora que tenía en ir y volver y estaba al lado de Nadia… Nadia me dice que se veía luz, y estábamos todos vendados, me dice que se veía luz al frente; yo me corro la venda un poco, estaba apoyado contra la pared, atado de las manos y efectivamente había como una persiana, celosías, como era verano las ventanas estaban abiertas y estaban las celosías cerradas y se filtraba luz, lo cual podía dar la idea de que daba a un patio o a la calle […].
La pieza que daba a la ventana estaba llena de papeles, era una oficina; cuando llego a la persiana me doy cuenta que estaba atada con cables, millones de cables; tenía los dedos muy agarrotados y muy doloridos por todo el tiempo que estuve atado y bueno, desato los cables, abro la persiana y me doy cuenta que estoy sobre calle San Lorenzo, abajo estaban… tenía la costumbre la policía de estacionar no en la calle los carros de asalto y los carros hidrantes, sino en la vereda que era una vereda muy ancha; el balcón daba bien sobre… es un piso alto, muy alto… me tiro entre medio de dos carros de asalto, miro si estaba el policía de consigna, en la esquina de Dorrego, si, me tiro igual, yo estaba decidido a irme o que me maten… me saco las sogas, estaba en pantalón nada más y descalzo… entonces salí caminando como si fuera un albañil mas, a las dos de la tarde con mucho calor… al policía no le llamó la atención… sigo caminando, doblo por calle Dorrego… llego hasta Dorrego y Urquiza, ya corriendo, veo que una chica se mete en una casa me voy detrás de ella y me cierra la puerta… así que doblé por la calle Italia hacia Urquiza, ya corriendo veo una señora que se mete en un pasillo donde hay varios departamentos… abre la puerta una chica, le explico que necesitaba un médico, que estaba muy mal, […] me atienden me dan agua…a la nochecita salgo y bueno se termina la historia. Estuve 15 días de reposo y de atención médica.”
-
Anexo 24: MASACRE DE CALLE SAAVEDRA
Entre el 20 y 22 de enero de 1977 fueron detenidos siete militantes de la organización Organización Comunista Poder Obrero (OCPO) y llevados al CCD «El Pozo», donde fueron brutalmente torturados. Uno de ellos, Hugo Elías, logró escapar en un descuido de sus captores.
El día 23 sus compañeros, Héctor Luis FLUXA, Silvia SOMOZA, Mónica WOELFLIN, Nadia DORIA, Gladys HIRIBURU y Luis ULMANSKY, fueron sacados del CCD y llevados a la intersección de las calles Saavedra y Pje. Famaillá donde fueron fusilados, haciendo pasar el hecho como si fuera un enfrentamiento. Como era costumbre los partes policiales inventaban otra historia.
Parte Nº 3242: 23/01/77, 04:30 Hs. fuerzas conjuntas sostuvieron un enfrentamiento con subversivos en las calles Saavedra y Cafferata. Los mismo se desplazaban en una moto «Gilera» de color azul y un automóvil marca Ranault 12 color blanco, chapa S-283347, a raíz del mismo, resultaron abatidos 4 femeninos y 2 masculinos. No fueron identificados. Además, se le sustrajeron material explosivo y armas.
Un comunicado oficial del II Cuerpo de Ejército daría su versión:
Miércoles 26/1: ROSARIO, Santa Fe.- Un comunicado oficial proporcionado ayer expresa » 2) El día 23 de enero siendo las 2,30 hs. aproximadamente, personal perteneciente a la jefatura de área 211, al arribar a la intersección de las calles Cafferata y Saavedra, observó en un automóvil Renault 12 ocupado por varias personas que iba siguiendo a una motocicleta tripulada por una pareja, aspecto que llamo la atención y se les impartió la orden de detención para controlar la documentación personal. Los respectivos conductores imprimieron mayor velocidad a los vehículos para iniciar la fuga y cayeron abatidos los ocupantes de la motocicleta y del automóvil. Cuando se procedió a revisar el automóvil se encontraron doce granadas de mano y veinte kilos de explosivos ante lo cual se alertó a los vecinos para evitar cualquier accidente y se requirió la participación de la Brigada de explosivos… Se realizan diligencias para determinar la identificación de los 6 delincuentes abatidos (4 mujeres y 2 hombres)».
Nada de eso era cierto, Carlos Arroyo, secuestrado el 11/01/1977, en su testimonio cuenta que:
“El día que tuvimos mucho miedo fue cuando se escapó un muchacho del Partido Obrero, fue el único que se escapó del lugar. Habían caído unos 6 o 7 compañeros, entre ellos creo que estaba la novia de Piccinini. Después de que el tipo se escapa, en represalia los matan a todos. Nosotros escuchamos el ruido de los autos cuando se los llevaban a todos vivos (….) Esto ocurrió a fines de enero, principios del ‘77”.
El automóvil que según el parte policial usaban los “subversivos” había sido robado ese mismo día, según consta en otro parte policial. Como podrá observarse, el automóvil jamás pudo haber sido sustraído por ninguno de los miembros del OCPO, ya que todos ellos se encontraban en calidad de detenidos/desaparecidos con anterioridad a los hechos ocurridos en la costanera rosarina.
Sin embargo, el Parte Diario Nº 3242, 24/01/1977 (Cuerpo 5) nos brinda un dato revelador:
La madrugada del 23/01, siendo aproximadamente las 1.30 hs, el joven Vicente Ramón Corral, 27 años, soltero, domiciliado en calle Maciel Nº 753, se encontraba en compañía de su novia María del Carmen Centenaro, 18 años, soltera, domiciliada en calle Maza Nº 1431, en la Costanera de Rosario, frente al Club Remeros de Alberdi, cuando dos hombres armados los obligaron a dirigirse hacia la Autopista, hasta la altura de Capitán Bermúdez, donde los dejaros abandonados. Le sustrajeron el automóvil marca Renault 12, color blanco, Mod. 73, chapa patente S-283347.
SOMOZA, Silvia Lidia
- Militante del CURS. Integrante del OCPO.
- Nació el 17/12/1954 en Rosario.
- Estudiante de Psicología de la UNR.
- Compañera de Héctor L. Fluxa.
- Secuestrada el 20/01/1977 y llevada al CCD “El Pozo” de allí fue sacada el 23/1/1977 y asesinada en Cafferata y Saavedra. Tenía 22 años y estaba embarazada.
DORIA, Nadia
“Tana.
- Militante del OCPO.
- Nacida el 13/06/1944 en Civitanova, Macerata, Italia. A los pocos años llegó a Argentina.
- Estudiante de Psicología de la UNR.
- Empleada administrativa de Acindar, en la oficina de IBM.
- Es elegida delegada gremial de su sector, y se compromete con
la lucha de los trabajadores de Villa Constitución. - Compañera de Alberto Piccinini.
- Es detenida por primera vez el 20/03/1975 y posteriormente dejada en libertad.
- Nuevamente secuestrada y llevada al Servicio de Informaciones y asesinada el 23 de enero de 1977.
- Fue fusilada junto a otros compañeros en Cafferata y Saavedra a los 33 años.
FLUXA, Héctor Luis
- “Topi”.
- Militante de la CURS (Corriente Universitaria de la Revolución Socialista), perteneciente al OCPO.
- Nacido en la ciudad de Santa Fe.
- Primario: escuela Juan José Paso. Secundario: Colegio Nacional Simón de Iriondo.
- Estudiante de Arquitectura de la UNR.
- En 1975 se instala en la ciudad de Rosario, en calle Pasco 152.
- Compañero de Silvia L. SOMOZA. Vivían en una vieja pensión en Catamarca y Presidente Roca.
- Secuestrado en el mes de enero de 1977, llevado al CCD “El Pozo”, donde fue sacado junto a 5 compañeros más y fusilado el 23/1/1977. Tenía 20 años.
HIRIBURU, Gladys Beatríz
- Militante de la CURS del OCPO.
- Nacida en Santa Fe el 24/11/1956.
- Secundario: Escuela Juana del Pino de Rivadavia.
- Estudiante de Psicología.
- Compañera de Luis E. Ulmansky. Se casaron el 06/12/1976.
- Fue secuestrada el 19/1/1977 y llevada al CCD “El Pozo”. Asesinada el 23/1/1977. Tenía 20 años.
ULMANSKY, Luis Enrique
- Militante del OCPO.
- Nacido en Moises Ville (Córdoba) el 09/08/1951.
- Estudiante de Psicología.
- Compañero de Gladys HIRIBURU.
- Empleado en el Banco Comercial Israelita de Rosario.
- Secuestrado y llevado al CCD “El Pozo” el 19/1/1977 y fusilado dos días después.
WOELFLIN, Mónica Cristina
- Militante del OCPO.
- Estudiante de medicina.
- Fue secuestrada y llevada al CCD “El Pozo” y de allí sacada y fusilada en Cafferata y Saavedra. Tenía 25 años.
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Anexo 24.1: Secuestro en calle Sarmiento
En este domicilio vivían tres militantes montoneros.
El ejército rodeó la manzana y derrumbó la puerta. No hubo enfrentamiento. Al parecer Germán BIANCHI murió en el lugar, Ricardo Meneguzzi corrió por la parte trasera pero fue detenido y fusilado, mientras el cura saleciano, Miguel Ángel Nicolau, fue secuestrado y llevado al CCD «el Pozo» (permanece desaparecido).
“La madre puso un aviso para alquilar una pieza, en aquel entonces el lugar era rodeado por descampados, el primer muchacho que apareció vendía libros, los compraba en Bs. As., le gustó y alquilo (lo recuerda porque le traía libros para las nenas).
Este muchacho le dio a su madre la idea de comprar más camas y alquilarle a más gente (él se había traído su propia cama). A su madre le pareció bien, publicó el aviso y aparecieron otros muchachos, uno rubio y otro que parecía mecánico, tenía la ropa manchada con grasa. Tenían una moto chica.
Por la noche se juntaban y comían un sándwich y charlaban hasta tarde, alguna vez escucho que al primero lo trataban de Ud.
Una noche, a la una de la mañana fue rodeada la manzana, tiraron una bomba contra la puerta de la habitación, los chicos corrieron para atrás, había manchas de sangre a los 50 metros y otra gran mancha llegando a San Martín. Ella no vio ningún muerto pero suponía que eran dos, el que seguro murió era el de San Martín porque la mancha era inmensa. No sabe si hubo detenidos.
A su padre le rompieron la cabeza por protestar, porque querían cavar en el piso buscando armas. A su hermano lo fueron a buscar a la obra en construcción donde trabajaba y se lo llevaron estuvo tres días desaparecido en el SI. Apellido COLASO.
También se llevaron a una huésped que ella tenía, pero al tiempo la soltaron». (Testimonio de la vecina, hija de la dueña de casa)
ROSARIO, Sta. Fe.- (continua el comunicado anterior) «El día 27 de enero, siendo las 2 hs., fuerzas legales realizaron un procedimiento en la finca sita en Sarmiento 3781 de esta ciudad, ante la información de que en el lugar funcionaba un refugio de delincuentes subversivos. Previa intimación a que los ocupantes salieran al exterior, se arrojaron gases lacrimógenos en el interior de la vivienda, apreciándose que tres delincuentes lograron evadirse pero uno de ellos fue detectado en la intersección del pasaje Mozart y Avenida San Martín, y en oportunidad en que se disponía a arrojar una granada, siendo abatido en el lugar. En la finca se secuestró material de propaganda, un revólver calibre 44 y 40 detonadores. Se realizan diligencias para identificar a los occisos».
MENEGUZZI, Ricardo Alberto
- “Ricki”
- Militante de Juventud Universitaria Peronista y de Montoneros.
- Nacido en 1955 en Elortondo, provincia de Santa Fe.
- Estudiante de Humanidades en la Universidad Nacional de Rosario.
- Militaba luego en una villa rosarina junto con Oscar Alfredo Bouvier, con el que participaron en el Partido Peronista Auténtico provincial.
- Vivía en una pensión de calle Sarmiento 3780 (Rosario), junto al sacerdote Miguel Ángel Nicolau y Germán Bianchi. La casa fue rodeada por el ejército. Él es fusilado en el mismo lugar. Tenía 22 años.
- “Cuando mi hijo me contó lo que hacía, recuerdo como si fuera hoy, me dijo mamá no me mueve el odio, me mueve el amor, amor a la gente, porque mientras haya un chico en la calle o un obrero explotado, yo voy a seguir en lo que hago” (Testimonio de su madre).
NICOLAU, Miguel Ángel
- Sacerdote salesiano tercermundista.
- Nacido en General Pico, La Pampa, el 14/12/1941.
- Recibió los hábitos en una ceremonia religiosa que llevó adelante el Obispo Carlos Ponce de León, luego asesinado por fuerzas militares.
- Desempeñó su ministerio sacerdotal en San Nicolás -donde trabajó con los pescadores de Puerto Aragón- y en Rosario.
- Hablaba 5 idiomas a la perfección (castellano, inglés, francés, italiano y latín).
- Dio clases de Historia a estudiantes secundarios en el Colegio San José, de la congregación de Don Bosco, además de extender su tarea pastoral a las villas de emergencia rosarinas, a las que concurría con muchos de esos pibes.
- Tuvo serios enfrentamientos ideológicos con sus pares salesianos por lo que él denominaba “falta de compromiso evangélico”.
- La jerarquía eclesiástica le prohibió dar misa en la Parroquia.
- Fue estudiante de la carrera de Psicología en la Universidad Nacional de Rosario (UNR) donde se incorporó a la militancia.
- Fue secuestrado-desaparecido a la edad de 36 años cuando fuerzas militares lo arrancaron de la pensión en donde vivía (Sarmiento 3781). Fue llevado al CCD “El Pozo”, donde se lo ve por última vez con vida.
BIANCHI, Germán
- Militante montonero de la JTP.
- Nacido en Rosario el 27/08/1956.
- Estudiante del Colegio San José.
- Se recibió de Técnico Mecánico en 1975.
- Novia de nombre Mónica.
- Trabajaba en una fábrica como mecánico.
- Antes de su secuestro se había ido de la casa, porque habían sido secuestrados algunos de los compañeros en el edificio de calle Balcarce.
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Anexo 25: SECUESTRO SARMIENTO 3781, ROSARIO.
27 de enero de 1977
En este domicilio vivían entre tres y cuatro militantes de montoneros. El ejército rodeo la manzana, no hubo enfrentamiento. Esa noche había solo dos de los militantes. Derrumbaron la puerta, uno de ellos, Meneguzzi, corrió por la parte trasera pero fue detenido y fusilado en el lugar, mientras un sacerdote saleciano, de apellido Nicolau, fue secuestrado y llevado al CCD «el Pozo» y permanece desaparecido.
Testimonio de la vecina, hija de la dueña de casa:
“La madre puso un aviso para alquilar una pieza, en aquel entonces el lugar era rodeado por descampados, el primer muchacho que apareció vendía libros, los compraba en Bs. As., le gustó y alquilo (lo recuerda porque le traía libros para las nenas).
Este muchacho le dio a su madre la idea de comprar mas camas y alquilarle a más gente (él se había traído su propia cama). A su madre le pareció bien, publicó el aviso y aparecieron otros muchachos, uno rubio y otro que parecía mecánico, tenía la ropa manchada con grasa. Tenían una moto chica.
Una noche que no habían venido a dormir dos, a la una de la mañana fue rodeada la manzana, tiraron una bomba contra la puerta de la habitación, los chicos corrieron para atrás, había manchas de sangre a los 50 metros y otra gran mancha llegando a San Martín. Ella no vio ningún muerto. No sabe si hubo detenidos.
A su padre le rompieron la cabeza por protestar, porque querían cavar en el piso buscando armas. A su hermano, de apellido COLASO, lo fueron a buscar a la obra en construcción donde trabajaba y se lo llevaron estuvo tres días desaparecido en el CCD El Pozo. También se llevaron a una huésped que ella tenía, pero al tiempo la soltaron».
«Uno de los jóvenes que escapó fue detenido a la vuelta mientras insultaba a los de la patota. Uno de ellos dijo «soltalo», y cuando lo soltaron le disparo una ráfaga. Al otro que fue detenido y decía que era un sacerdote, se lo llevaron.» (Testimonio de vecino).
- Anexo 26: ENFRENTAMIENTO EN CALLE ÁLVAREZ THOMAS 829 Y MASACRE DEL PASAJE MARCHENA.
El 12 de febrero de 1977 fue rodeada por el ejército la casa de Álvarez Thomas 829. Hubo un fuerte enfrentamiento, resultando detenidos ALTAMIRANO y Fabris, Silvia. Llevados al CCD El Pozo y murieron en el mismo CCD, Claudia González «Sara» y Juan Rodolfo Lucero «Indio».
Diario La Capital, lunes 14 de febrero de 1977, pág. 12:
«DELINCUENTES SUBVERSIVOS FUERON ABATIDOS
Durante un procedimiento efectuado en nuestra ciudad por fuerzas de seguridad, fueron abatidos dos extremistas pertenecientes a la banda autodenominada “Montoneros”. Al respecto dio a conocer un comunicado el Comando del Segundo Cuerpo de Ejército, el que expresa:
Que el día 12 de febrero de 1977, siendo aproximadamente las 16.15 horas, elementos dependientes del Área 211, realizaron un operativo en la finca situada en calle Álvarez Thomas 829 de la ciudad de Rosario. Que intimados a entregarse, los ocupantes de la finca respondieron a las fuerzas del orden mediante el lanzamiento de granadas de mano y disparos de armas de fuego, produciéndose un nutrido tiroteo, que finalizó cuando se escuchó una violenta explosión en el interior del inmueble, que se atribuye a la presencia de explosivos mantenidos, por los delincuentes subversivos, ocultos en la casa. Posteriormente, efectuada una prolija inspección de los escombros, se encontraron los cadáveres de una persona del sexo masculino y otra del sexo femenino. Los documentos hallados en el lugar, permitieron identificar a los occisos como Juan Rodolfo Lucero (alias El Indio) y Claudia Nora González (alias Sara), ambos pertenecientes a la banda autodenominada “Montoneros”. Además se comprobó existencia de armas de distintos calibre y abundante documentación que se está analizando en los organismos pertinentes. Asimismo, por testimonio de vecinos, se presume que en el lugar se hallaban dos delincuentes más, que momentos antes se habrían retirado.»
«Yo figuraba como solicitante de la casa donde vivían Juan y Claudia, en calle Ovidio Lagos al 4600, ellos se levantaron el día anterior, duermen en la casa de un medico amigo de ellos a los que le manifiestan que en Santa Fe calló la esposa del «Guito», salen a la mañana diciendo que van a levantar algo a la casa de un compañero y después se van. Según relatos de vecinos Altamirano y Fabris fueron detenidos cuando salen de la casa para comprar algo, por unos jóvenes que aparentaban estar jugando a la pelota en la calle. En el mismo momento un camión del ejercito entra por la calle lateral toma los techos y se produce el enfrentamiento« (Testimonio de Hugo Papalardo).
17 de febrero de 1977
Luego del enfrentamiento den Álvarez Thomas, son detenidos durante la semana otros integrantes de este pelotón y llevados supuestamente al CCD EL Pozo, de donde son sacados y llevados al Pasaje Marchena 525 en la ciudad de Rosario. Allí son fusilados, declarando luego que fue un enfrentamiento.
El 30 de julio de 2013 un testigo del demencial fusilamiento decidió contar lo sucedido. Su nombre es Osvaldo Barbitta, 62 anos, padre de dos hijos, desde el ano 1986 vive en el sur de nuestro país. En el momento de los fusilamientos vivía en la pensión de Pje Marcharena 525. Después de 37 anos volvió al lugar de los hechos. Su relato: “…si pudiera “escribir” con imágenes, si existiera un “alfabeto de imágenes”, le trasmitiría tres que me atravesaron desde ese momento: las luces azules y amarillas en el techo de la habitación durante el fusilamiento, esos compañeros y compañeras muertas. Esa noche estaba lloviendo o había parado de llover luego de las doce de la noche, no había podido dormirme y con la luz apagada estaba acostado en la cama junto a la ventanita, y en un momento comencé a ver luces que llegaban a la pieza, desde la calle y movimientos de vehículos…al momento de detenerse los vehículos sin parar los motores, asome la cabeza por la ventanita de la pieza y pude observar que desde un camión militar con la caja tapada con lonas verdes hacían descender a varias personas entre gritos de puteadas y muchísimos carajos. Vi como desataban las manos a dos de ellos y lo que no recuerdo o no registre fue la orden de corrida para la esquina. Para mi el fusilamiento se efectuó ahí nomas de bajar del camión …las luces daban en mi cara y entonces me tire en la cama, me quede inmóvil mirando el techo y comenzaron los carajos, los gritos como de lujuria de los milicos mientras disparaban(siempre me quedo el registro de que disfrutaban de disparar y matar), y eso fue en el lapso de tres a cinco minutos.(también es mi apreciación de esos minutos eternos).
Cuando terminaron los disparos, las luces fueron menores y asome apenas con mucho miedo la cabeza por la ventana, para ver si entraban a la pensión…pude ver que en un charco de agua por la lluvia enjuagaban el cuerpo de dos de los compañeros fusilados antes de subirlos a la parte trasera del mismo camión en que habían llegado. Luego se retiraron…”
Se sabe que los seis son: Robeto Altamirano, Silvia Fabris, Carlos Morel, Beatriz Aguilera, Ana Valle y Ferraris, Rubén.
- Anexo 27: MASACRE CALLE LAS VERBENAS
19 de junio de 1977
Un grupo de militantes del PRT-ERP, que permanecía secuestrado en el CCD «La Calamita», son llevados a una casa en la intersección de las calles Las Verbenas y 9 de julio, de Granadero Baigorria, donde fueron fusilados haciendo aparecer el hecho como un enfrentamiento.
El Comando del 2do. cuerpo de Ejército emitió un comunicado reconociendo a seis muertos y manifestando que se había fugado Marta Capelli, quien se encuentra desaparecida. Cabe destacar que hay quienes creen que hubo mas muertos que no fueron reconocidos.
Se ha podido comprobar, en los juicios por los crímenes de lesa humanidad, que participaron de este operativo los militares Oscar Guerrieri y Juan Amelong.
«En esa casa habían vivido una mujer y su marido, el esposo dejó de verse por el lugar sin ninguna explicación, luego fue la mujer la que dejó de venir y después de mucho tiempo sin que haya movimientos se produjo este hecho cuando bajaron de camiones del ejército gran cantidad de efectivos y al poco tiempo dispararon contra la casa» (Testimonio de una vecina del lugar).
Nota de José Maggi (Página 12):
«Pero esta semana Eduardo «Tucu» Costanzo pidió ampliar su declaración indagatoria y reveló que todo fue un simulacro protagonizado por tres de sus compañeros en el banquillo: Juan Daniel Amelong, Jorge Fariña y Oscar Pascual Guerrieri, quienes montaron la farsa. «Allí estuvieron los integrantes de la Patota de La Calamita, desde donde los llevaron a esa casa: participaron Juan Carlos Bossi, Alberto Pelliza, Amelong, Fariña, Rodolfo Isach que quemó un Falcon viejo en la puerta de la casa para darle más espectacularidad del operativo y también Pascual Guerrieri, que estaba con una megáfono en la calle pidiéndoles que se rindieran, pero era sólo un simulacro. Amelong estaba adentro con los detenidos mientras se escuchaban disparos desde el interior. Todo fue una matanza dentro de la casa con los detenidos, entre los que estaba el doctor Corazza», agrega. Según recordó Costanzo, el grupo estaba formado por militantes del ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo) al que había detenido Jorge Walter Pérez Blanco en la zona sur de Rosario. La primer detenida fue una mujer conocida como La Negra, que fue capturada por Gustavo Bueno, Pérez Blanco y Rebecchi».
El enfrentamiento fraguado tuvo amplia repercusión en los medios gráficos de la época.
«El Comando del Segundo Cuerpo de Ejército informó la identidad de seis de los nueve delincuentes abatidos en un enfrentamiento ocurrido en la madrugada del 22 de junio de 1977».
El comunicado del II Cuerpo de Ejército reconoce la muerte de Eduardo Luis Franco, Domingo Laborde, Irma Elena Montenegro, Hilda Elena Merkel Rivas, Alberto Corazza, y Jorge Alberto Madeo y manifiesta que hubo tres muertos más no identificados (ver Protagonistas).
- Anexo 28: OPERACIÓN MÉXICO
1977/1978
Antecedentes de la Operación:
La lucha contra-revolucionaria en la Argentina estuvo organizada bajo la concepción de la «Doctrina Francesa». Fieles a ella, los servicios de inteligencia se plantearon en base a acciones terroristas (represión, secuestros, desapariciones, torturas, etc.) la destrucción de la base social sobre la que se asentaban las distintas organizaciones revolucionarias, con lo que lo que lograban el aislamiento político paso previo al aniquilamiento. Pero, por otro lado, para lograr una victoria política y militar definitiva necesitaban penetrar en la conducción de los mismos a fin de captarlos políticamente y quebrar definitivamente su voluntad de lucha.
Desde la «extraña» detención de Roberto QUIETO durante el gobierno de Isabel Martínez, en diciembre de 1976, se comienzan a producir caídas en todo el país en la organización Montoneros. Nos ocuparemos ahora de la zona de Santa Fe que es el objeto de este trabajo.
1. La caída de la cita nacional conocida como «la Plaza de las Banderas» es una muestra de ello. Ocurrió entre el 16 y el 18 de febrero de 1976. Allí el Área Federal estructura de la logística nacional de dicha organización, que dependía hasta diciembre de Quieto, el número dos de la Conducción Nacional, se plantea una serie de traslados. La cita estaba evidentemente cantada y se producen muertes y desapariciones de cuadros de jerarquía dentro de la organización.
El 1 de julio de 1976 cae en Rosario el deposito de armas más importante de la región, en un galpón de la zona sur. Ninguno de los militantes universitarios o secundarios que habían caído hasta esa fecha conocían el lugar. Alguien de mucho mayor nivel se encontraba detenido y nadie lo sabía.
En octubre Galtieri asume la conducción del II Cuerpo de Ejército y se pone en marcha el plan de detener y mantener ocultos a los principales miembros de la conducción de Montoneros de Rosario, con el fin de operar sobre la conducción nacional de la organización y a partir de ello lograr una rendición formal de la misma y sin condiciones, lo que le daría a Galtieri un rédito político importante en su carrera hacia el poder.
Los pasos siguientes fueron la detención del matrimonio LALUF, del «Tío» RETAMAR y la acumulación de detenidos en el CCD «La Calamita».
«Estando detenido en el CCD El Pozo, un policía de la patota al que decían Archi (Scortechini), comentaba con otro en tono de queja que ellos se habían jugado la vida porque tenían el dato de la cita a la que iría Retamar, pero los militares le dijeron que debía caer vivo. Siempre, según lo que decía este servicio, lo rodearon en la cita, pero se resistió y tuvieron que dispararle hiriéndolo en el hombro a pesar de lo cual se tomo la pastilla de cianuro. Lo lograron revivir, y decía que después de tanto esfuerzo él lo había visto en el comando tomando un whisky con Galtieri» (Testimonio de Hugo Papalardo).
También hay testimonios que vieron a Retamar herido en el sector llamado «La Fabela», en el CCD El Pozo.
Una vez logrado que operaran para Galtieri (Tossetti, Retamar y Laluf), los servicios de inteligencias se abocaron a la tarea de detener al resto de la conducción. El objetivo era demostrar a los que estaban en el extranjero que en Rosario las cosas funcionaban normalmente, y seguir sumando cuadros a esta estructura paralela, para lo cual editaban la revista Evita Montonera y atendían los contactos.
Una vez detenido un militante, se le presentaban sus antiguos jefes a los que creía muertos, con el discurso de que estos militares «eran piolas», «que estaban dispuestos a peliar contra Martínez de Hoz», «que eran nacionalistas», «que la guerra estaba perdida y para evitar mas muertes había que ir contra la conducción», «que por lo tanto a los compañeros que entregabas le estabas salvando la vida» (ver Recuerdos de la muerte de Bonasso).
En muchos casos esto no funcionaba, los militantes se resistían a su detención y eran ejecutados.
Eduardo TONIOLLI había caído en Córdoba y resistido a una feroz tortura en el CCD «La Perla». Según relató Meschiatti, una sobreviviente: «escuchó los gritos de dolor de Toniolli durante la terrible golpiza a garrotazos que recibió por muchas horas, un tiempo tan largo que estima alcanzó un día. Se conoce como la peor garroteadura que sufrió una persona durante los dos años que estuvimos ahí». Pero en febrero lo traen a Rosario y algo cambia radicalmente en él y se integra a este pequeño grupo de colaboradores.
En agosto del mismo año TONIOLLI era llevado nuevamente al CCD La Perla y le cuenta a una sobreviviente sobre donde había estado en Rosario:
«En abril, Toniolli fue trasladado a Rosario. Pero en septiembre volvió por pocos días al centro clandestino de detención de Córdoba. Meschiatti determinó con precisión que fue el 24 de septiembre de 1977. Recordó el día porque fue la víspera del primer aniversario de su secuestro. En esa oportunidad llegó con una chica, que después se pudo establecer era «Lucy», Stella Hillbrand de Del Rosso. Toniolli estuvo con ellos en la cuadra, y les contó sobre el lugar en el que estaba en Rosario« (Nota de Sonia Tessa, Página 12).
Entonces, Toniolli contó a sus antiguos compañeros de cautiverio que se encontraba en una casa quinta con mucho terreno en las afueras de Rosario, donde podían jugar al fútbol y al tenis. También les dijo que el general Leopoldo Galtieri había ido varias veces a fiscalizar el lugar. Les comentó que alguien de su familia había podido verlo en un auto, rodeado de militares, y eso le daba expectativas de ser legalizado.
Por algún motivo especial en los meses de agosto y setiembre de 1977, los militares deciden dar el paso decisivo, alquilan una quinta en Funes, ubicada en San José y la ruta 9. Trasladan a los otros detenidos del CCD La Calamita que hasta el día de hoy se encuentran desaparecidos. Los 16 restantes son llevados a la mencionada quinta de Funes.
Los «elegidos» fueron:
Pedro RETAMAR «el Tío», Estela HILBRAND, Jorge NOVILLO «Ignacio», Carlos LALUF «Nacho», Marta María FORESTELLO «Lala», Miguel Ángel TOSETTI «Leopoldo», Fernando DUBCEC «Juan», Liliana NASH de Bruzzone, Eduardo TONIOLLI, Oscar Daniel CAPELLI «Foca», Ana María GURMENDI, Reyna LLOVERAS, Teresa Beatriz SORIA, BARBER CAIXAL y Agüero «Pipa».
Desde allí comienzan la operación final con el objetivo de traer al país a «Tucho» Valenzuela, responsable de la regional de Montoneros, y detenerlo. Mientras tanto en Rosario, muchos militantes, desconociendo todo esto siguen enganchados y colaborando con montoneros, sin saber que quienes los conducen se encuentran detenidos en un centro clandestino. Algunos de ellos ofician de correo, otros reparten la revista Evita Montonera y todos son atendidos por un responsable que sale día a día de la Quinta de Funes y vuelve a ella una vez cumplido su cometido.
Ahora bien, Valenzuela y su compañera Raquel Negro dudan y mandan a llamar a LALUF, para que salga del país, el ejército no se arriesga a mandarlo y prefiere que vaya un ex- cura, un colaborador que desconoce que LALUF está detenido. Se encuentra con Valenzuela y le dice que Laluf no tiene buenos documentos para salir, aplacando así por el momento las desconfianzas. Meses después Laluf y Tossetti salen del país y se encuentran con Olimpia, la esposa de Jaime Dri, y en otra oportunidad Laluf participa del plenario nacional de montoneros en Brasil. De allí trae las nuevas directivas y el dinero que va a caer directamente a manos de los militares.
La cita de LALUF con VALENZUELA y Raquel NEGRO sería en Mar del Plata. En la tienda Los Gallegos LALUF, entrega a «Tucho» VALENZUELA, que a pesar de resistirse fue detenido, y a pocas cuadras de allí DUSSEX caminó junto a Raquel Negro hasta que ella guardo la pastilla de cianuro, después hizo una seña y los militares se abalanzaron sobre ella. Al día siguiente los detenidos llegarían a la Quinta de Funes. De allí en más VALENZUELA y su compañera logran engañar a Galtieri y aparentan colaborar en una misión a México para matar a la Conducción Nacional de Montoneros. De todas maneras Raquel, embarazada, queda como rehén en la Quinta con su otro hijo.
Parten hacia México, previa escala en Guatemala, VALENZUELA, LALUF y un grupo de servicios de inteligencia. Ya en México VALENZUELA hace contacto con montoneros y en una conferencia pública detalla y denuncia la operación que se pretendía realizar.
Los Servicios de inteligencia y LALUF son detenidos en México y regresados a Argentina, la operación ha fallado queda por ver que hicieron con los colaboradores de la Quinta.
El ejército tiene que levantar rápidamente la casa de Funes y los detenidos son llevados al subsuelo la escuela Técnica Magnasco, ubicada en calle Olvidio Lagos y Zeballos. Pasan unos meses allí y luego son trasladados a una quinta sobre la autopista a Santa Fe, llamada La Intermedia. De allí en más se los tiene como desaparecidos.
Constanzo en su declaración detalló el asesinato de los detenidos-desaparecidos en la Quinta de Funes, que según el represor se realizó en la quinta llamada Intermedia, propiedad de la familia Amelong. En ese sentido, las afirmaciones de Constanzo coinciden con las que hiciera en su momento otro represor arrepentido, Gustavo Bueno, conocedor de los hechos por ser un agente de inteligencia miembro del mismo grupo de tareas.
El represor narró entonces la última cena de los detenidos en la quinta:
«Nos ordenan a todos los de la patota que teníamos que estar a las ocho de la noche en la Intermedia sin armas y dejar el auto a un kilómetro de la Intermedia. Llegamos al chalet y había en el living dos tablones largos. Ocupando un tablón estaban los montoneros, en el otro tablón estábamos nosotros. La mesa estaba dividida así porque si ellos querían fugarse tenían que pasar por donde estábamos nosotros. Los gendarmes afuera tenían orden de tirar. Al final de la cena les dan a los detenidos una bebida que contenía un potente sedante; luego los hacen ir de a uno a una ‘casita’ que había en el mismo terreno, donde los mataron con una ametralladora Ingran con silenciador, con dos balazos en el corazón. Cuando terminaron todo el trabajo, Guerrieri, Fariña, Amelong e Isaac, nos llamaron a nosotros para que sacáramos los cadáveres y los desnudemos a todos y los colocáramos en la galería de la casita uno al lado de otro. Luego fueron trasladados en un camión hasta el aeropuerto donde los esperaba un avión Hércules».
Según este testimonio Jáuregui fue el último en llegar, tras lo cual dieron la orden de envolver los cuerpos y trasladarlos al avión, por lo cual también estuvo involucrado en la masacre.
Ver PDF: ANEXO AL JUICIO REVOLUCIONARIO DEL COMPAÑERO MAYOR TULIO VALENZUELA
JUICIO REVOLUCIONARIO AL COMPAÑERO MAYOR TULIO VALENZUELA
- Anexo 29: Secuestro y muerte de Larrabure
El 10 de julio de 1974, el Ejército Revolucionario del Pueblo produce la toma de la Fábrica Militar de Villa María, en la provincia de Córdoba. Allí fue apresado el subdirector del establecimiento, mayor Julio del Valle Larrabure.
El 22 de agosto de 1975, el mayor Larrabure se suicidó estrangulándose con un cordel en la cárcel del pueblo donde se encontraba en la casa de calle Garay 3259 de Rosario. El Ejército difundió que se lo había torturado.
René Alberto Vicari era un empresario que había sido secuestrado por el ERP y compartía la cárcel junto a Larraburu.
Vicari notó que en el mismo sótano había evidentemente otro secuestrado, que tosía mucho y expectoraba y se quejaba para que bajaran el aparato de radio y que no prendieran el extractor de aire. En la noche del día 14 a la madrugada, aproximadamente a las 3 horas, escuchó un fuerte grito, e inmediatamente era abierta la puerta de la otra habitación que se hallaba en el sótano. Descendieron varias personas. Durante un largo rato escuchó conversaciones nerviosas. Todos fumaban mucho. Después vino un médico. Aquella mañana, Vicari se dio cuenta que estaba solo.
Larrabure ya no estaba.
El 4 de setiembre de 1975, Vicari, al notar que no había nadie en el predio, saltó por arriba de una pared de madera. Subió la escalera hacia la planta alta y al no ver a nadie, salió corriendo por una calle de tierra.
La justicia, todavía en democracia, armó una causa «Larraburu, Argentino del Valle» -su muerte-, tramitado en el Juzgado Federal Nro. 1 de Rosario. Las aultopsias realizadas en ese entonces no demuestran ningun signo de tortura. De todos modos luego del golpe militar la dictadura fue imponiendo la idea de que Larraburu había sido torturado y después asesinado.
“El Ejército Argentino recibe hoy a un nuevo mártir, con firme propósito y compromiso de continuar en la lucha contra la subversión hasta su total extinción, para lograr de forma definitiva la paz tan ansiada y merecida por la familia argentina”.
Trasladados a Buenos Aires, los restos de Larrabure fueron velados en el Regimiento I de Infantería Patricios y su sepelio se llevó a cabo en el Panteón Militar a primera hora del día 25 de agosto, en el Cementerio de la Chacarita.